España tiene dos sistemas de medición del número de parados. La Encuesta de población Activa(EPA) que es un sondeo que se utiliza en toda la Unión Europea y que mide la población activa, la ocupada y la desempleada, a través de entrevistas telefónicas.

Según los resultados de la Encuesta de Población Activa, 4.645.500 personas no tenían empleo a finales del segundo trimestre de este año (mas de cuatro millones y medio de parados).

Por otro lado, el Servicio Público de Empleo Estatal (el antiguo INEM), mide el paro teniendo en cuenta el número de personas que se registran como desempleados en sus oficinas. En septiembre han sido cuatro millones de parados.

¿Cómo se explica una diferencia de medio millón de personas? Pues resulta que el Servicio Público de Empleo Estatal excluye de su cómputo a los asistentes a los cursos de formación ocupacional y a las personas que solicitan un trabajo para un periodo inferior a tres meses ó las que tienen una jornada inferior a veinte horas semanales ó los que perciben el subsidio agrario (antiguo PER), aquellos que rechazan acciones de inserción laboral adecuada a sus características, aquellos sin disponibilidad inmediata de incorporarse a un trabajo o que solicitan un trabajo en el extranjero, los que necesitan hacer un reciclaje para reinsertarse en el mercado de trabajo o cambiar de sector y también los trabajadores en situación de suspensión ó reducción de jornada como consecuencia de un expediente de regulación de empleo (ERE).

De esta manera tan sencilla, el Gobierno va quitando parados enmascarando una situación que todavía es bastante mas grave de lo que se nos dice porque la verdad es que en estos momentos en España tenemos CUATRO MILLONES SEISCIENTOS CUARENTA Y CINCO MIL QUINIENTOS PARADOS, medio millón más de lo que nos dice el Gobierno.