En la junta general ordinaria de accionistas de CaixaBank celebrada recientemente en Valencia, varios sindicatos y empleados aprovecharon la oportunidad para denunciar las difíciles condiciones laborales y la presión a la que se enfrentan los trabajadores de la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri. Sus reclamos, que incluyen problemas de remuneración, presión excesiva y discriminación salarial, fueron presentados con el objetivo de lograr un cambio real en la empresa.
De los 23 turnos de peticiones de los accionistas, ocho procedieron de diferentes representantes sindicales. Begoña Peiró, presidenta del Sindicato de Empleados de CaixaBank (SECB), instó a la dirección a cumplir con sus promesas y revertir la situación laboral extrema que enfrentan los empleados. Ángel Bartolomé, secretario general de la Asociación Independiente de Cuadros y Profesionales de Servicios Financieros y Administrativos (ACCAM), advirtió sobre la presión desmedida para vender, lo que impide atender adecuadamente a los clientes y exigió una remuneración justa para la plantilla en función de los beneficios, según publica Valencia Plaza.
Joan Reynés, de la Unió Obrera Balear (UOB), y Antoni Cano, de la Federació d’Estalvi de Catalunya (FEC), también expresaron su preocupación por la presión comercial que sufren los empleados. Iván Argüelles, secretario de Acción Sindical de UGT, afirmó que "la plantilla no ha percibido cambio alguno y nos hemos convertido en un bazar oriental; mientras las direcciones territoriales son auténticos reinos de taifas". y que las direcciones territoriales actúan como “reinos de taifas”.
Elena Serrano, del Sindicato Autónomo de Trabajadores de Ahorro (SATE), insistió en que "la presión va en aumento y que los empleados están agotados" y preguntó que "¿cuántas bajas médicas tienen que ocurrir en CaixaBank antes de que se tomen medidas?. Óscar Bayona, representante del sindicato STOP en la entidad, señaló las enormes desigualdades salariales entre empleados procedentes de diferentes entidades integradas en CaixaBank y la discriminación salarial existente.
En respuesta a estos reclamos, el consejero delegado Gonzalo Gortázar afirmó que tienen "una plantilla extraordinaria y agradeció a los trabajadores en nombre del consejo de administración". Añadió que la entidad vive en un entorno competitivo y que deben mantener una organización de alto rendimiento para enfrentarse a los desafíos del mercado. También expresó su disposición para seguir trabajando con los representantes sindicales y mejorar CaixaBank.
Algunos empleados también tomaron la palabra, como Ricardo Ruiz, quien pidió un reconocimiento a la plantilla y un cambio real "en el clima laboral asfixiante que provoca problemas de salud entre los empleados". Otros abordaron temas como las relaciones de la entidad con empresas de armas y el tratamiento de los pequeños accionistas.