A medida que transcurren los días el escándalo desatado tras
el fallo judicial contra Cosentino por la que la empresa y su presidente, Francisco Martínez Cosentino, han sido condenados, en conformidad y tras un acuerdo con los demandantes, por un juzgado de Vigo, sigue creciendo. La compañía, con sede en Almería, abonará
indemnizaciones por 1,1 millones de euros a los cinco trabajadores de la empresa viguesa Granitel afectados por silicosis. El programa de Radio Nacional de España 'Por tres razones', dirigido por la periodista Mamen Asencio, trató este asunto en la tarde de este miércoles.
En primer lugar habló un afectado por la enfermedad, Ángel Castellano: "En mi día a día supone un futuro incierto". Tiene 38 años, silicosis complicada e incapacidad total. Ha estado trabajando
"unos 15 años" en empresas a las que proveía Cosentino. "Yo trabajaba en la fabricación y el montaje de encimeras de cocina, en distintos talleres de mármol". "Cuando empezamos a trabajar el producto nos dijeron que era un material que se trabajaba igual que el granito, que no tenía unas medidas de seguridad específicas, básicamente era piedra, así que la forma de trabajarlo era la misma, no había que cambiar nada".
El abogado de Ángel, Serapio Martín, destacó que "acabamos de concluir un proceso penal después de 12 años en Vigo
en el que ha admitido el dueño y gerente administrador de Cosentino una pena de seis meses de prisión y tres días, previamente, en 2016, hubo otro juicio en 2016 en Vizcaya en el que se apreció la existencia de un delito, pero que se estimó que estaba prescrito, entonces, en general, la inmensa mayoría de los afectados, los que están a tiempo y en plazo para reclamar, lo que se está formulando son reclamaciones ante los juzgados de lo laboral solicitando una indemnización de daños y perjuicios por la enfermedad".
Así, señala que "muchos empresarios marmolistas" han sido demandados "y también están sufriendo" silicosis porque
"parte de ellos trabajaron este producto por desconocimiento y también muchos de ellos están enfermos".
"Es la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, de noviembre del 95, y es el artículo 41 el que establece que el fabricante de un producto debe informar sobre los riesgos que conlleva la normal utilización de ese producto, en este caso está pensado para el usuario intermedio, es decir, no para el consumidor final que puede tener esa encimera en su casa, sino para quien debe manipularlo, cortarlo, pulirlo, cantearlo...
Entonces, el origen de esto lo podemos establecer en noviembre del año 95, mucho antes del boom de la construcción de nuestro país que fue en la primera década de este siglo que es cuando hubo la utilización masiva de estos aglomerados".
El programa ofreció a Cosentino participar en el programa y dijo que no, pero envió por escrito su versión: "Son los encargados de las marmolerías los que transforman y manipulan esta superficie los que tienen la responsabilidad de garantizar que sus trabajadores cuentan con los medios de protección necesarios y los implementen adecuadamente. Por este motivo, la sentencia de Vigo condena al representante legal de la marmolería por el delito contra la seguridad de los trabajadores, pero lo excluye respecto de Cosentino". El abogado contestó que "el empresario debe proteger a sus trabajadores, esto es ineludible ¿pero un empresario puede proteger a sus trabajadores
si ignora el riesgo al que están sometiéndose los trabajadores y el mismo empresario? Hay bastantes empresarios enfermos, empresarios trasplantados de pulmón, empresarios muertos, y algunos a los que yo apreciaba especialmente, se han suicidado.
No es exacto lo que dice Cosentino. Hasta el año 2010 no informa de los riesgos de sus productos. A mediados de 2009 comienza a informar, pero lo hace como reacción al primer caso que surge en nuestro país, cinco trabajadores de una marmolería en Bermeo, no lo hace 'motu proprio', es una reacción".
Serapio Martín afirma que "decir que el empresario ha sido condenado por un delito contra la seguridad de los trabajadores es correcto, pero es que ese delito sólo lo puede cometer el empresario, por ley no se puede castigar al fabricante por ese delito, pero al fabricante sí le castigan por una imprudencia grave por no informar de forma adecuada y a tiempo. En su informe, María Luisa García (la inspectora de Trabajo y Seguridad Social en Vigo que hizo el informe), concluye de forma taxativa que todos son responsables, pero existen grados de responsabilidad.
El primer responsable es el fabricante, que no informa, el segundo responsable es el servicio de prevención, que no identifica el riesgo y no asesora al empresario para proteger al trabajador y el tercer responsable es el empresario".
María Luisa García encontraba a los tres responsables claros: "
Como fabricante, no facilitaba información sobre el producto, incluso cuando se puso a facilitarla era muy confusa e incluso engañosa, porque manifestaba que era un producto como los naturales, como la piedra, como el mármol, cuando no era así, era infinitamente más peligroso".