Según Alonso, esta iniciativa supondrá "la recuperación de una tradición termal que vuelve a poner en valor destinos de interior, que diversifican y aportan una singularidad única a la oferta turística global de Andalucía", y potenciará un segmento que atrae cada año a 600.000 visitantes a la comunidad.
Destacó la relevancia de este proyecto, ya que "incorpora parámetros culturales, saludables y patrimoniales", e interactúa con otros recursos como los parques naturales y las zonas de interés paisajístico donde se enclavan los municipios de este plan.
Las medidas recogidas se encaminan, por un lado, a la creación de nuevos centros termales, la modernización de los ya existentes y a la diversificación de productos como balnearios especializados para niños, discapacitados, deportistas o mayores; centros orientados al bienestar; instalaciones termolúdicas, y equipamientos termales asociados a otros segmentos como los congresos o el golf.