Yo soy uno de esos consumidores constantes de redes sociales, llegando a superar las horas establecidas diarias leyendo información e interactuando a través de mi perfil o de mis diferentes páginas en las distintas plataformas. Para mí son herramientas fundamentales para lograr objetivos concretos y estar al día de la información global que suelo leer como un poseso. Es por ello que valore enormemente este fenómeno de interacciones constantes que nos conectan con aquello que necesitamos a tan solo un click.
Pero las redes sociales también son instrumentos de engaños y manipulación al servicio de estafadores y delincuentes que buscan patrones dentro de los diferentes algoritmos que establecen estas redes, donde estos araneros encuentran ‘clientes’ de los que sacar tajadas. En estos terrenos no hay pudor, no existe el miedo ante leyes débiles y países blindados, no hay miedo a repercusiones dado que operan desde la lejanía y, sobre todo, no hay sentimientos ni emociones que los condicionen, solo tienen un objetivo, sacar dinero como sea y cuanta más pasta, mejor.
Los ciberdelitos, que abarcan un amplio abanico de casos cibernéticos, no tienen límites y todos los que tengamos un punto de acceso a internet estamos expuestos a sus creativas tácticas y estrategias. Según el Ministerio de Interior su aumento desde 2011 a 2019 es de un 813% y en estos tres años se ha disparado de forma exponencial, convirtiéndose en un problema de seguridad mundial sin soluciones efectivas que los erradique. Es importante resaltar que somos nosotros, los usuarios, los que debemos poner freno a esta caterva de delincuentes, controlando bien nuestros pasos por las redes sociales o páginas en internet, desconfiando de todo y de todos, siendo cautos y confirmando verazmente todo cuando observemos, evitando así sorpresas que en la mayoría de los casos son irreparables.
Cabe destacar que los más pequeños son los más vulnerables y debemos controlar sus recorridos o, en su defecto, informar y formar a nuestros hijos de dichos peligros y que sea de la forma más clara y eficiente posible.