El V Foro de Liderazgo Turístico de Exceltur ha inyectado un moderado optimismo de cara al 2010, siempre y cuando los sectores público y privado vayan a trabajar codo con codo en la recuperación del turismo, que en España evidencia, además, la falta de una urgente reforma estructural.
Aunque la jornada empezó con criticas por el tiempo que se ha perdido sin poner en marcha la reestructuración del sector, en lo que la culpa comparten los empresarios y las Administraciones españolas, concluyó con un firme compromiso de ambas partes de trabajar conjuntamente en su recuperación.
Los presidentes autonómicos de Galicia, Baleares y Canarias han apostado por la colaboración entre el Estado, las autonomías y la empresa privada para devolver la confianza en el sector turístico en el actual momento de crisis con iniciativas como la modernización de las infraestructuras y la gestión compartida de los aeropuertos.
El ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, aprovechó su intervención para anunciar que el Consejo de Ministros del próximo viernes, día 22, aprobará el Plan FuturE 2010 destinado al sector, dotado con 400 millones de euros.
Destacó la importancia que está concediendo el Gobierno español al turismo y mostró su optimismo al analizar las perspectivas futuras para el sector a medida que se consolide la recuperación económica.
Por su parte, el secretario de Estado de Turismo, Joan Mesquida, defendió que España tiene un buen posicionamiento en materia de productos turísticos, pero debe realizar un mayor esfuerzo en materia de promoción.
Tras una ralentización de la actividad turística desde la segunda mitad del 2008, período en el que se han destruido 10 millones de empleos en la industria turística mundial, los líderes internacionales y españoles de los sectores público y privado reunidos hoy en Madrid han coincidido en señalar que lo peor ya ha pasado.
No obstante, el mundo no volverá a ser igual que antes de la crisis económica, cuyos efectos sobre el turismo el presidente de Exceltur, Sebastián Escarrer, comparó con los de un "tsunami" devastador.
Estamos ante un momento histórico que exige "un abordaje común de los problemas y una coordinación público-privada como nunca antes se ha necesitado" y España, que es prácticamente "sinónimo de turismo" gracias a su riqueza natural, debe liderar el gran cambio del turismo en la nueva era tras la recesión.
El Príncipe de Asturias, que presidió la ceremonia de clausura, animó al sector turístico y a las Administraciones Públicas a aplicar sus mejores esfuerzos para que el turismo español sea un ejemplo internacional en innovación y sostenibilidad y sirva de palanca para acelerar la recuperación económica del país.
En opinión del secretario general de la Organización Mundial del Turismo (OMT), Taleb Rifai, el sector turístico debe aprender de la crisis sufrida en el 2009 para prepararse a la transformación que va a necesitar el mundo turístico en el 2010.
También insistió en que el nuevo modelo de negocio necesita, además de potenciar la gestión público-privada, aplicar la mejor tecnología y empezar a considerar al turismo como un sector que trabaja en conjunto con todos los factores de la economía y no aislado.
De la misma opinión se mostró el presidente del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC), Jean-Claude Baumgarten, que espera que la actividad del sector, al menos, se estabilice en 2010 o incluso crezca ligeramente, pero es difícil que esto ocurra sin que el sector público haga su papel, dijo.
En representación del sector financiero, el director de España y Portugal del BBVA, Juan Asúa Madariaga, aseguró que "el tiempo de las mayores restricciones y tensiones de liquidez ya ha pasado", y reconoció que las entidades financieras han ido "más allá de lo que nos tocaba", lo que ha provocado que en la actualidad haya una mayor "discriminación" con los clientes respecto al crédito.
A su juicio, en 2010, se producirá un "desapalancamiento" del crédito, aunque aseguró que un mayor flujo del crédito no será suficiente para ayudar al sector, que en su opinión, "debe reestructurarse".
Para el director general del Servicio de Estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina, "la salida" de la crisis está siendo "frágil", "dubitativa" y "no está exenta aún de algún pequeño accidente".
Explicó que España tardará más en dejar atrás este periodo, porque a la crisis internacional se unen los problemas domésticos que provocan un ajuste más profundo y que va a llevar más tiempo".