Las tiendas aprovechan el tirón de la ola de frío para librarse de abrigos

Las rebajas comenzaron el jueves con las colas de siempre, sin fracturas en el comercio como ocurrió el pasado año cuando arrancaron entre el día 2 y el 7, y justo el día antes de una ola de frío que no le podía haber venido mejor al sector textil y del calzado para librarse de todo el stock que les había quedado tras cerrar un otoño prácticamente primaveral y un invierno que hasta ahora no había conocido las bajas temperaturas propias de estas fechas. El resultado son clientes cargados de los abrigos, guantes y bufandas que no se han puesto casi desde el pasado año y, en muchos casos, a mitad de precio.

Como explica una de las dependencias de una conocida franquicia, el repentino bajón de temperaturas, con mínimas de hasta 1 grado para el día de ayer, no les ha podido venir mejor. “Tenemos chaquetones que han bajado desde los 120 euros a los 50 y con este frío pocos se lo están pensando, nada que ver con lo que nos estaba pasando hasta ahora, porque aparte del precio, realmente no ha hecho el frío de siempre para adquirir un nuevo abrigo y encima con esto de la crisis si puedes aprovechar el del año pasado, mucho mejor”, explica.

Mientras tanto, muchas de las jóvenes que aguardaban en las colas adquirían tres jerseys por menos de 35 euros para reforzar su fondo de armario. “Nunca vienen mal (por estas prendas) y más con el frío que está haciendo estos días y si encima te los llevas por prácticamente 10 euros merece mucho la pena; otra cosa es gastarte 40 ó 50 euros por una prenda que te vas a poner tres veces al año”, señala Mariló, que lleva casi dos horas haciendo cola y rotándose con su amiga para ir recorriendo las estanterías de la tienda. “Lo suyo es organizarse porque no tiene sentido que estemos las dos dando vueltas un rato para luego tener que esperar otro grande, así nos vamos cambiando y vamos aprovechando el tiempo porque con tanta gente por delante hasta nos da tiempo de ir al probador”.

No obstante, para otras como Patricia, lo mejor en estos casos es ser práctica y llevarse los artículos “a ojo”. “A estas alturas es muy rara la tienda en la que no te descambien el artículo por el dinero y no merece la pena tragarte dos colas si luego puedes volver para cambiar lo que no te quede bien. Además, yo aprovecho hasta los espejos que hay fuera y me echo encima lo que sea”.