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Almería

El acusado de matar a su inquilino dice que se lo encontró \"tendido en el suelo, lleno de sangre\"

El acusado de asesinar a un hombre que residía como inquilino en un cortijo de su propiedad en el barrio de El Alquián, en Almería, ha negado ser el autor del crimen y ha asegurado ante los miembros del jurado popular que se \"encontró\" a la víctima \"tirado en el suelo

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El acusado de asesinar a un hombre que residía como inquilino en un cortijo de su propiedad en el barrio de El Alquián, en Almería, ha negado este lunes ser el autor del crimen y ha asegurado ante los miembros del jurado popular que se "encontró" a la víctima "tirado en el suelo, lleno de sangre" en el interior de la vivienda cuya puerta se encontró abierta "al empujar".

   "No sabía si estaba vivo o muerto, me acerqué, le apreté el cuello para ver si respiraba o algo y me dio mucho miedo", ha relatado J.L.M.M., quien ha explicado a preguntas del fiscal que no dio avisó ni a los servicios médicos ni a la Policía porque pensó "lleno de pánico" que su "vida corría peligro" y que le "iban a echar" a él "la culpa". "Estaba pasando una mala racha, medicándome, en trámites de separación y lo pensé de esa manera. No estaba bien", ha apuntillado.

   En el transcurso de un intenso y, a ratos, tenso interrogatorio por parte del Ministerio Público, J.L.M.M. ha rechazado que tuviera una relación "de enemistad" con la víctima y ha remarcado que ambos "no teníamos ningún problema entre nosotros". "No se porqué se encabezona en que teníamos mala relación porque él me hacía un gran favor cuidando mi casa", ha señalado en referencia a un tercero, vecino, con quien al parecer se disputaba la propiedad de la finca según el fiscal si bien ha dicho que este le hacía "pasar un infierno, perjudicándome y obligándome a irme de mi casa".


   El acusado también ha negado que la noche en que F.P.D. fue asesinado fuese a la casa a decirle "que o se marchaba o le dejaba vivir con él" y ha sostenido que la víctima sólo le pago dos meses de arrendamiento por un precio "simbólico" de 200 euros aunque "ya estaba pagado con que me cuidara del otro la casa". "Era un pobre diablo, no tenía nada, me estaba cuidando aquello de él y con eso estaba suficientemente pagado así que qué le iba a pedir", ha afirmado para a continuación asegurar: "Ha sido desaparecer él y desaparecer yo, y el otro se ha quedado con todo".

   Durante la declaración, el procesado ha insistido en cual era su estado de ánimo en octubre de 2012 para explicar ciertos comportamientos cuestionados por la acusación como el hecho de que se lavase la manos o que decidiese encerrarse en su coche tras descubrir el cuerpo de la víctima. "Hoy empiezo a ver las cosas como son porque tengo la cabeza más centrada y no perdida pero, entonces, yo estaba muy mal, y entre lo que estaba viviendo y lo que acababa de ver, no lo pensé y reaccioné así. Me daba igual lo que pasase", ha argumentado.

LA CONFESIÓN A SU MUJER, "UNA BROMA PESADA"

   Sobre la carta que encontraron los investigadores, una de las principales pruebas de cargo, ha remarcado en contraposición a la tesis del fiscal basada en sus declaraciones ante el juez instructor, que la escribió a la mañana siguiente, una vez ya había "encontrado el cuerpo" y ha rechazado que fuese una confesión, como también ha negado que, a preguntas de su esposa, le dijese: "he sido yo".

   En concreto, respecto a la carta, de la que se encontraron dos copias, ha explicado que se trataba de una misiva de "suicidio" pero no una "confesión" y que con la frase "voy a destruir a mis enemigos y después terminaré con mi vida" se refería, con el término "enemigos", a "mis padres, mi mujer y mis hijos, todos esos pensamientos positivos que me impedían quitarme la vida y contra los que tenía que luchar" y no a la víctima o al tercero en discordia. "Si hubiese pensado en ellos, ¿uno no estaría dónde está el otro?", ha interpelado.

   Tras reconocer lo "retorcido de la versión", ha argumentado que cuando le dijo "he sido yo" a su esposa, "lo hice de rabia, para ver si ella me creía capaz de algo así". "Soy así de tonto y así son mis bromas, pesadas", ha afirmado para apuntar a continuación que, cuando en la carta usa la palabra "asesino", no alude a F.P.D. sino "a que no querían que mis niños pensasen que lo era por haberme matado al perder la cabeza".

LA DEFENSA APUNTA AJUSTE DE CUENTAS

   A preguntas de su defensa, que han girado sobre tres puntos básicos remarcados con anterioridad por el fiscal, ha aludido a que la víctima utilizaba presuntamente el Cortijo Pisalé donde ocurrió el crimen como punto de venta de droga 'al menudeo' que le había contado que tuvo que "huir" de otra provincia porque le había robado "cocaína a unos traficantes". También ha explicado que la cerradura de la casa no la cambió F.P.D. para que "no entrase yo en la casa" sino porque "alguien la había forzado".

   En esta línea, sus letrados han hecho hincapié en que la Policía Nacional no halló muestras biológicas en ropa o calzado que le vinculasen con la muerte, ni indicios en los registros de sus propiedades, en que no se hizo reconstrucción de los hechos y en que "pasó tres días en dependencias policiales sin medicación pese a que la tomaba todos los días, hasta que fue llevado ante el juez".

   J.L.M.M. se enfrenta a penas que suman 26 años y seis meses de prisión por presunto asesinato y tenencia ilícita en un juicio con tribunal de jurado que está previsto que se prolongue durante cinco sesiones mientras que el objeto del veredicto se entregará el día 26.

   El Ministerio Público considera que J.L.M.M. "decidió acabar con la vida" de F.P.D. debido a la "animadversión" que sentía hacía él después de que, a finales de 2011, este dejase de pagarle el coste del arrendamiento. El fiscal señala que lo hizo porque una tercera persona, con quien al parecer estaba "enemistado" J.L.M.M. y con quien discutía la propiedad del inmueble al considerar que estaba construido sobre suelo a nombre, había suscrito un segundo contrato de alquiler con la víctima.

   Según indica, se armó presuntamente con un cuchillo con una hoja de, al menos, 12 centímetros de longitud y 4,5 centímetros de ancho, y "esperó a que se hiciera la noche para ejecutar su plan". Así, sostiene que, ya de madrugada, acudió al domicilio de F.P.D., quien, "nada más abrir la puerta", recibió una puñalada "de forma sorpresiva e inesperada" y luego continuó propinándole cuchilladas en el tórax, muslos, abdomen, cuello e inglés con la intención de "aumentar deliberada e inhumanamente su dolor" hasta un total de 14 que le "perforaron" órganos vitales y "seccionaron" venas y arterias.

   J.L.M.M. fue detenido una operación desarrollada por efectivos de la Policía Nacional de la Comisaría Provincial el día 25. En el registro con orden judicial de su domicilio, los agentes encontraron, entre otras armas blancas, una bayoneta de 39 centímetros de hoja, catalogada para uso militar y prohibida para particulares. El Ministerio Público también va interesar que el acusado indemnice en concepto de responsabilidad civil con la cantidad de 300.000 a las hijas menores de edad de la víctima.

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