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El deporte de Camas sigue brillando con luz propia gracias al impresionante año que están firmando Miguel Ángel Ruiz y Melanie Naharro García, vecinos del municipio y referentes en las disciplinas de fisioculturismo y bodyfitness a nivel nacional. En apenas mes y medio, ambos han conseguido un palmarés envidiable, representando a Andalucía y España en campeonatos de gran nivel y demostrando que, con esfuerzo, constancia y sacrificio, los límites se superan cada día.
Melanie Naharro resume así su intensa temporada: “Nosotros llevamos compitiendo mucho tiempo, pero este año comenzamos con la preparación y fuimos a un campeonato Costa de la Luz, ganamos y también ganamos otro absoluto”. Tras ese buen arranque, llegaron citas internacionales: “Fuimos a un campeonato en el que participaban países del sur de Europa, quedé tercera y Miguel campeón de su categoría y campeón absoluto, además logró el carnet profesional de IFBB. Luego fuimos al Campeonato de Europa en Santa Susana. Yo no tuve suerte, pero Miguel logró una quinta plaza”. Su trayectoria no paró ahí. En la Copa de España celebrada en El Puerto de Santa María, Melanie se proclamó campeona en su categoría. Poco después, volvió a subir a lo más alto del podio en el Open Nacional de Marbella, también como campeona en su categoría. Además, se alzó con el título en el Campeonato de Andalucía Absoluto y logró una meritoria tercera plaza en el Campeonato de España.
Todo esto, señala Melanie, se ha concentrado en apenas seis semanas de vértigo: “Esto ha sido todo en un mes y medio, no paramos. Aparte, nosotros tenemos casa, niños y todo”. Ambos entrenan en un gimnasio en Castilleja de la Cuesta, “donde tenemos ludoteca. Ojalá tuviéramos uno así en Camas”, comenta Melanie, visiblemente agradecida por las facilidades para compaginar la vida familiar con el deporte de alto nivel.
El día a día de esta pareja de deportistas es tan exigente como admirable. “Nuestro deporte se basa en nutrición y entrenamiento. El descanso es importante, pero con todo lo que llevamos a cabo es complicado”, explica Melanie, que detalla cómo organiza la semana: “Nuestra vida social es prácticamente nula. Si tenemos tiempo, es con la familia. Normalmente los domingos hacemos todas las comidas de la semana. Entre semana aprovecho para hacer el cardio por las mañanas y dos horas de entrenamiento por la tarde”.
La exigencia mental también es un factor determinante. “Mentalmente es muchas veces difícil. Tienes que poder contra ti misma. Hay mucha gente que no nos entiende, incluso de la familia. Hay veces que se vuelve difícil. Lo más llevadero es que se puede hacer en pareja”, afirma Melanie, poniendo en valor el apoyo mutuo que se dan en este camino tan sacrificado.
Miguel Ruiz, por su parte, incide en el carácter individual de este deporte: “Esto es un deporte que es muy individual. No es colectivo como el fútbol. Solo ganas y solo fallas tú. Como no tengas una ayuda... yo no podría solo, si no fuese por ella. El 90% de los culturistas necesitan una ayuda como yo tengo en Melanie”.
Miguel no duda en calificar el fisioculturismo como el deporte más exigente: “Cuando me preguntan cuál es el deporte más sacrificado siempre pienso que es este. Desde que te levantas hasta que te acuestas lo estás haciendo. Es de lunes a lunes. Para mí es el más sacrificado”. La preparación física va de la mano de una enorme fortaleza psicológica: “Hay muchos momentos en la preparación en los que quieres dejarlo. Es un deporte muy psicológico. Las dietas son complicadas de seguir. Y es el deporte en el que durante toda la preparación más flaqueas. Ahí es donde tienes que saber lo que quieres”.
A pesar de todo, el esfuerzo tiene recompensa. “Siento que ha merecido la pena cuando me subo al escenario. Lo que se siente ahí arriba solo lo sabe el que se sube a la tarima”, afirma. Y este año, ese escenario le ha traído uno de sus mayores logros: “He conseguido el carnet profesional”, celebra con orgullo.
Sin duda, la historia de estos dos cameros es un ejemplo de esfuerzo, sacrificio y pasión por el deporte.