En un acto que contará también con un concierto de villancicos a cargo de la Schola Pueri Cantores de la Catedral y la actuación del grupo Habichuela Nieto
En esta ocasión no fue un concierto, sino un espectáculo de luz, color y agua, el que bañó a los asistentes del espíritu constitucional que impregnaba la ciudad en el primer cuarto del siglo XIX