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Málaga

El acusado de matar a su madre en la capital intenta quitarse la vida en la cárcel

Un forense del Instituto de Medicina Legal de Málaga examinará el estado mental del peresunto asesino por orden de la magistrada

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  • La letrada de la acusación. -
  • El jurado no se ha llegado a constituir pero ha sido citado para el próximo 5 julio, cuando se prevé que sea la vista

Un médico forense del Instituto de Medicina Legal de Málaga examinará en las próximas horas al hombre acusado de asesinar a su madre, de 81 años, de un disparo a quemarropa en la cabeza el 5 de septiembre del 2019, en la barriada malagueña del Puerto de la Torre, tras un intento de autolisis.

El juicio popular estaba previsto que comenzara este lunes en la Audiencia Provincial de Málaga pero el acusado esta noche ha intentado quitarse la vida en la prisión por lo que la magistrada ha pedido que un forense evalúe su estado mental, según han informado a Efe fuentes judiciales.

El jurado no se ha llegado a constituir pero todas las personas que habían sido seleccionadas han sido citadas para el próximo 5 julio, fecha que en la que está prevista que se celebre el juicio.

Tras su estudio por el facultativo, se determinará si el acusado debe derivarse a salud mental, han añadido las fuentes, que han precisado que no es la primera vez que se intenta lesionar.

El procesado cometió el presunto asesinato tras una discusión familiar y se enfrenta a una petición fiscal de prisión permanente revisable, según el escrito acusatorio, al que ha tenido acceso Efe.

El acusado también intentó matar a su hermana, por lo que el ministerio público pide que, además, sea condenado por un delito de homicidio en grado de tentativa a nueve años de prisión y orden de no aproximarse a ella, ni a su domicilio o lugar de trabajo, a una distancia inferior a 500 metros durante 19 años.

El presunto parricida cometió los hechos sobre las 13:00 horas del 5 de septiembre del 2019 cuando estaba con su madre en el domicilio que compartía.

En un determinado momento se apercibió de la presencia de su hermana, que estaba en la puerta con su hijo de 10 años, con la que el acusado mantenía desde tiempo atrás, "relaciones extremadamente conflictivas" y la había amenazado de muerte si visitaba la casa.

El acusado cogió una escopeta de su propiedad, para la que tenía licencia dada su condición de cazador, se dirigió a la salida del inmueble y una vez en el exterior apuntó a su hermana al tiempo que le decía "te mato, hija de puta, que te voy a matar".

La hermana se introdujo rápidamente en su coche, que tenía allí estacionado, mientras su madre montaba a su nieto en el vehículo y, seguidamente, trató de evitar que su hijo disparara al tiempo que le pedía que no la matara.

La madre del procesado llegó a agarrar el cañón de la escopeta para impedírselo y se entabló un forcejeo entre ambos pero a pesar de ello efectuó un primer disparo con intención de matar a su hermana, aunque no llegó a alcanzarle.

Una vez que la hermana estaba en el coche, el acusado se posicionó en la ventana del copiloto, la encañonó y trató de dispararle, sin conseguirlo dado que el arma se había encasquillado, por lo que lo intentó de nuevo cuando el vehículo se alejaba.

En el relato de hechos se explica que la madre estaba tirada en el suelo e intentaba incorporarse con dificultad debido a su avanzada edad, su sobrepeso y los problemas de movilidad derivados de haber sido operada de ambas rodillas.

De forma repentina e imprevista, siempre según la versión del fiscal, el acusado gritó "te vas, pues mato a tu madre"; se situó a su espalda, de modo que no pudiera hacer nada para defenderse o evitar el ataque y tras conseguir montar el arma, le efectuó un disparo a quemarropa en la cabeza, que le ocasionó la muerte de manera instantánea.

El acusado está acusado de un delito de asesinato por la alevosía y agravado por el hecho de que la víctima fuera una persona especialmente vulnerable con la circunstancia agravante de parentesco.

Por el delito de asesinato, además de la petición de prisión permanente revisable, se pide libertad vigilada durante diez años a ejecutar con posterioridad al cumplimiento de la pena privativa de libertad y que indemnice a sus otros dos hijos con 200.000 euros por los perjuicios morales causados. 

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