No ha dado tiempo siquiera a tener resaca de Semana Santa cuando en ciudades como en Sevilla ya tienen planteada una programación alternativa a la Feria de Abril 2021 organizada por el Ayuntamiento de Sevilla junto a comerciantes y hosteleros y de la que ya está en marcha el parque de ocio Vive Park, una Calle del Infierno con un centenar de atracciones con la que los feriantes han recuperado su actividad tras dos años de parón. Instalada el Viernes de Dolores, funcionará durante un mes con idea de poner rumbo a otro destino, y Jerez ya está sobre la mesa al objeto de hacerlo coincidir con mayo, la fecha en la que la ciudad debería celebrar la Feria del Caballo que la pandemia ha vuelto a llevarse por delante por segundo año.
El presidente de la Asociación de Empresarios Feriantes de Andalucía, Ceuta y Melilla, Antonio Palacios, tiene intención de sentarse con el Ayuntamiento de Jerez para montar la Calle del Infierno en las explanadas habituales frente al González Hontoria en el mes de mayo. Tal y como explica a Viva Jerez, el modelo sería similar al de Sevilla, en el que hay más de una quincena de vigilantes y se controla el aforo y la asistencia de público, mientras que los cacharritos están más espaciados de lo habitual para garantizar las distancias de seguridad. No obstante, tiene claro que la última palabra la tiene el Consistorio jerezano.
“Cada ayuntamiento es distinto. El público lo toma de otra forma también y cada recinto es distinto. Aquí (por Sevilla) está saliendo bien, es la única salida que tenemos también. Ha ido todo de menos a más”, señala para referirse a la respuesta del público a la hora de acudir a las instalaciones, que están completamente acotadas y con siete puertas de acceso. “Seguimos un protocolo, cumplimos la legalidad y estamos a disposición del Ayuntamiento”, subraya.
Aunque los ingresos no son comparables a los de la temporada de feria, puesto que este año, tal y como reconoce, “también lo damos por perdido”, el montaje de este parque les permite “sacar los materiales y las atracciones tras dos años encerrados” para que la maquinaria también eche a rodar. De momento, esta es la única actividad en marcha en la capital andaluza de una batería de actividades proyectadas a medida que avance el mes que incluye la conversión de los bares del centro en casetas, la exposición de trajes de flamencas y otras iniciativas. En el caso de Jerez, de nuevo la cita en el Real del González Hontoria también tendrá que esperar al 2022, pero lo que sí está en la agenda, de momento, es el XXV Festival de Jerez, tras posponerse de febrero a mayo (del 6 al 22).
En este contexto, en el seno de la Asociación de Comerciantes del Centro de Jerez, Acoje, admiten que ya han tenido una reunión con el Ayuntamiento de Jerez , si bien de momento prefieren ser cautos y no adelantar nada. El confinamiento domiciliario de hace un año impidió cualquier tipo de movimiento en este sentido, más allá que las ferias particulares que montaron los vecinos en sus terrazas. Conscientes de que se puede dar un pasito más, la presidenta de Acoje, Nela García, reconoce que son partidarios de “mantener el ambientillo de feria”, pero “con precaución y responsabilidad”, si bien no explica en qué líneas irían sus actividades, cuyo desarrollo estará supeditado a la evolución de la situación sanitaria.
Por su parte, en la Asociación Unión de Comerciantes del Centro de Jerez, Asunico, ven “muy complicado” planificar cualquier iniciativa ante la sombra de la cuarta ola. “Es muy complicado todo, vamos a ir pasito a pasito. Si el Ayuntamiento hace el festival finalmente en mayo, ya veremos qué hacer aprovechando ese evento; tenemos que darle forma”, explica el presidente de Asunico, Manuel García. “Somos muy cautos y responsables con este tema”, añade, sin perder de vista el efecto llamada que pueda generar la organización de actividades alternativas a la feria a la hora de provocar aglomeraciones que vayan en detrimento de la seguridad de los jerezanos.
Relajar las restricciones
“Más que feria, lo que necesitamos es que lleguen las vacunas ya y que no haya más restricciones horarias, ni mas confinamiento para trabajar con normalidad”, apunta. En este sentido, a la espera de lo que ocurra tras la Semana Santa, más que la feria, lo que esperan es “trabajar con normalidad”. Su colectivo confía en que se relajen las medidas y bares y restaurantes puedan abrir al menos hasta las doce para recuperar el turno de las cenas.