El alcalde de Barbate, Miguel Molina, ha visitado junto al delegado de Vías y Obras, Juan José Jiménez Navas, las obras que se están llevando a cabo en la plaza Francisco Tato Anglada. El espacio público ha comenzado el proceso de peatonalización, tras la pavimentación -todavía pendiente de últimos detalles- de la calle Niño de Barbate. Estas reformas, a cargo del Plan Invierte 2019 de la Diputación de Cádiz, suponen un cambio sustancial en la antesala del casco histórico barbateño y que vendrá a conectar la calle Agustín Varo con el paseo fluvial en un futuro.
En las obras, que se iniciaron hace unas semanas y que tienen una inversión de 48.398,79 euros, se están realizando excavaciones de zanjas para dejar instalados los colectores que conectarán las arquetas nuevas con los pozos de saneamiento existentes, para una mejor evacuación de las aguas pluviales en la zona de actuación. Asimismo, se están instalando sumideros longitudinales e imbornales prefabricados conectados mediante colectores a pozos existentes, así como el recrecido de imbornales, pozos, arquetas de telecomunicaciones y cualquier arqueta existente que se encuentre en la zona.
Tras la nivelación del terreno mediante firme de arena de obra, se procede a la colocación de pavimento de adoquines de granito color gris, cambiando la disposición del adoquín en inglete para distinguir la zona de acerado de la zona de circulación de vehículos restringidos.
El proyecto definitivo contempla el pavimentado de la plaza Tato Anglada desde su unión con la calle Agustín Varo, su entrada hacia la calle Nuestra Señora del Carmen, hasta el inicio de la calle Vázquez Mella (conocida como cuesta de Emilita Luna).
El objetivo de estas obras es darle mayor lustre a una zona que en los últimos años se había convertido en un lugar de mucho tránsito, habida cuenta de las necesidades de los establecimientos instalados en la zona y de la propia vecindad. Además, se da la circunstancia que esta zona pertenece por derecho propio a las raíces históricas del municipio, ya que desde el casco histórico se expandió lo que hoy conocemos como el Barbate actual.