El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, aseguró que "en la nueva FIFA el dinero ya no desaparece y va donde tiene que ir, a ayudar al fútbol" en la situación de pandemia actual, en la que "el próximo desafío es que los aficionados vuelvan a llenar los estadios".
Durante su intervención en la apertura del 70 Congreso que la FIFA celebra este viernes de manera telemática, Infantino destacó las medidas adoptadas por la organización para ayudar económicamente a las asociaciones nacionales y las confederaciones, como el plan de apoyo, con una dotación de 1.500 millones de dólares.
"La FIFA no está haciendo frente a una crisis, el fútbol sí y por eso me resultó evidente que la FIFA tenía que estar ahí para ayudar y en la nueva FIFA el dinero ya no desaparece, va a donde tiene que ir, al fútbol, a ayudar al fútbol. Tenemos un sistema muy transparente", dijo tras referirse a "un plan histórico que no tiene parangón en el mundo del deporte".
El presidente denunció que "la FIFA era un lugar tóxico" hace cinco años, antes de que él llegara a la presidencia en febrero de 2016, y defendió que su reunión con el fiscal general de Suiza, por la que se abrió una investigación reciente en el país, "era una obligación porque", dijo, "quería liberar a la FIFA de las sombras del pasado".
"Sigo con esta intención, no podemos conducir la organización al futuro si somos presos de su pasado y para ello hace dos días me reuní en Washington con la fiscal general de Estados Unidos para demostrar que estamos resueltos a no volver a esa senda pasada. Decimos nunca más a la corrupción, fuimos testigos de ello y la hemos expulsado", afirmó.
Infantino apuntó que la situación financiera de la FIFA ha permitido multiplicar por cinco la inversión en el desarrollo del fútbol, gracias "a una buena gestión, conservadora, y a utilizar una cantidad importante de reservas en caso de tener que hacer frente a una crisis", y que "el próximo desafío es que los aficionados vuelvan a llenar los estadios".
"El fútbol sin aficionados no es lo mismo, tenemos que tener la salud como prioridad, pero tenemos que trabajar para intentar que se pueda volver a la normalidad y ver estadios llenos. Ojalá que la normalidad del futuro sea mejor que la del pasado", añadió en conexión con las 211 asociaciones nacionales que forman la FIFA.
Además de la vuelta del público, Infantino marcó el desarrollo del fútbol femenino entre sus grandes objetivos, después de asegurar que lo vivido el año pasado en el mundial de Francia "fue la apoteosis" de éste, para el que la FIFA tiene una dotación de mil millones de dolares en los próximos cuatro años, que "no se va a ver influida" por la COVID.
También habló de racismo, "un virus que este año ha vuelto a la superficie" y que se emplazó a combatir igual que la corrupción, los amaños y los abusos colaboración con la ONU.
"El amaño de partidos está devorando el alma de fútbol pero junto a la ONU vamos a trabajar contra ello y al abuso infantil no se ha dado la importancia que realmente tiene. Quiero crear una comisión independiente para investigar casos de abuso porque tenemos que asegurar que los niños jueguen al fútbol en un ambiente seguro. Los organismos del deporte queremos que quede claro que no podemos ocultar estas faltas", subrayó.