Un hombre murió por un disparo en el pecho en la ciudad de Portland (Oregón, EE.UU.) después de que el sábado por la noche se registraran choques entre simpatizantes del presidente, Donald Trump, y miembros del movimiento "Black Lives Matter" (Las vidas negras importan).
El mandatario ya ha aprovechado el suceso para reforzar su mensaje de "ley y orden" de cara a las elecciones de noviembre, en las que opta a la reelección; mientras que la campaña de su rival, el demócrata Joe Biden, le ha acusado de incitar a la violencia.
La Policía de Portland está investigando el suceso y no ha ofrecido detalles sobre el fallecido, aunque en videos publicados en Twitter se ve a un hombre blanco con una gorra de los "Patriot Prayer", un grupo de la extrema derecha basado en Portland y que se ha enfrentado en el pasado a quienes reclaman justicia racial.
UNA CARAVANA DE VEHÍCULOS A FAVOR DE TRUMP
La Policía, sin embargo, no ha precisado si el suceso está directamente relacionado con los enfrentamientos que estallaron el sábado por la noche en el centro de Portland, ciudad que ha vivido constantes protestas desde la muerte en mayo del afroamericano George Floyd, asfixiado por un policía blanco.
Todo empezó con la movilización en automóviles que organizaron simpatizantes de Trump: se reunieron con sus vehículos en un centro comercial a las afueras de Portland y condujeron hacia el centro de la urbe con camiones, coches y motos unos detrás de otros, en una línea que se extendía varios kilómetros.
Mientras se desplazaban, los manifestantes ondearon banderas con el lema "Trump 2020" a través de las ventanillas de sus coches.
La Policía ha cifrado en "cientos" los vehículos que acudieron a la marcha y explicó que, una vez que llegaron al centro de Portland, comenzaron los enfrentamientos con los manifestantes de "Black Lives Matter", con quienes intercambiaron insultos y agresiones físicas que no fueron a más.
Sin embargo, sobre las 20.46 hora local (4.46 GMT del domingo), los agentes respondieron a unos disparos y encontraron en el suelo a un hombre que había sido disparado mortalmente en el pecho.
Desde mayo, noche tras noche, Portland ha vivido manifestaciones contra el racismo y, en ocasiones, esas protestas se han vuelto violentas con centenares de manifestantes arrestados por las autoridades locales y federales.
Anoche diez personas fueron detenidas con edades comprendidas entre los 21 y 60 años, detalló la Policía.
TRUMP AMENAZA CON AGENTES FEDERALES
En los últimos meses, Trump ha arremetido en numerosas ocasiones contra Portland al considerar que es una ciudad progresista plagada de violencia, en lo que forma parte de su discurso de "ley y orden" para intentar ser reelegido en los comicios de noviembre.
Hoy en Twitter, Trump insultó al alcalde de Portland, el demócrata, Ted Wheeler, y pidió el despliegue la Guardia Nacional, un cuerpo de voluntarios bajo el control de los gobernadores que suele activarse en situaciones graves como disturbios y huracanes.
"La gente de Portland no soportará más la inseguridad. El alcalde es un TONTO. ¡Traigan a la Guardia Nacional!", clamó en Twitter.
El mandatario no tiene autoridad para desplegar a la Guardia Nacional, que depende del gobernador de Oregón, pero sí puede enviar agentes federales, una opción que "está sobre la mesa", reveló este domingo en una entrevista en la cadena ABC el secretario de Seguridad Nacional, Chad Wolf.
En julio, Trump comenzó a enviar a Portland y a otras ciudades agentes con el argumento de que su objetivo es proteger los edificios del Gobierno federal, algo que ha recibido el rechazo de las autoridades locales, que creen que su presencia empeora la situación y ayuda a atraer más activistas a las protestas.
Además, grupos como la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) han expresado preocupación por la presencia de los oficiales en Portland y aseguran que han cometido irregularidades, como arrestos ilegales y uso excesivo de la fuerza.
MÁS VIOLENCIA
La muerte anoche de un hombre en Portland se produce después de una semana de protestas en Kenosha (Wisconsin) en respuesta a la agresión contra Jacob Blak, paralizado de cintura para abajo después de que un policía blanco le disparara siete veces en la espalda.
Coincidiendo con esas manifestantes, a Kenosha también han acudido grupos supremacistas blancos que dicen apoyar a la policía y tienen gran cantidad de armamento.
El martes por la noche, un joven de 17 años identificado como Kyle Rittenhouse disparó con rifle semiautomático a tres personas y acabó con la vida de dos de ellas.
Trump no ha condenado el suceso y la campaña de Biden le ha acusado de "haber estado incitando a la violencia todo el verano", dijo este domingo la subjefa de campaña del demócrata, Kate Bedingfield, en una entrevista en la cadena Fox.
En el mismo tono, el demócrata Adam Schiff, uno de los pesos pesados del partido en el Congreso, consideró que el presidente está "alimentando las llamas del odio" porque cree equivocadamente que le ayudará en las urnas.
"Al presidente solo le importa una cosa: él mismo. Él ve esta violencia y su habilidad de azuzarla como algo útil para su campaña. No le importan las consecuencias para el país ni las perdidas de vida", aseveró Schiff en declaraciones a CNN.
Trump tiene previsto visitar Kenosha el martes, mientras que Biden saldrá a la calle esta semana para abordar el tema de las protestas raciales, según su campaña, que no ha dado más detalles.