Los contagios diarios por Covid-19 en el Reino Unido ascienden a 1.040

Los contagios diarios de COVID-19 detectados en el Reino Unido se elevaron hoy hasta los 1.040, frente a los 1.012 positivos en veinticuatro horas de la jornada anterior, según informó el ministerio británico de Sanidad.

En total, el número de personas contagiadas se sitúa en 317.379.

Se han registrado 5 fallecidos más por coronavirus, hasta un total de 41.361 decesos desde que comenzó la pandemia, y en la última jornada 128 pacientes con la enfermedad han ingresado en hospitales británicos.

El Reino Unido ha modificado esta semana sus criterios para atribuir una muerte a la COVID-19, que ahora solo tienen en cuenta a las personas que fallecen en los 28 días posteriores a haber dado positivo por primera vez en un test PCR.

Tras ese cambio, se ha reducido en más de 5.000 la cifra oficial de muertos en hospitales, domicilios y residencias.

La cuarentena a los viajeros procedentes de Francia, los Países Bajos y Malta entró ayer sábado en vigor, por lo que los llegados al Reino Unido desde estos países deben cumplir una confinamiento de 14 días, del mismo modo que ya debían hacerlo los procedentes de España.

La región de Inglaterra continuó este sábado con el levantamiento de algunas restricciones, que permiten la realización de espectáculos teatrales y musicales en espacios cerrados, la apertura de boleras y casinos y la reanudación de algunos tratamientos en centros estéticos y salones de tatuaje.

Para incentivar el consumo, el Gobierno ha lanzado un plan que costará 500 millones de libras (552 millones de euros) con el que subvenciona hasta 10 libras (11 euros) las comidas en los restaurantes británicos de lunes a miércoles.

El surgimiento de rebrotes han obligado a clausurar restaurantes y limitar la movilidad, al menos una semana más, en las ciudades inglesas de Manchester y Leicester y en la escocesa de Aberdeen.

En el área de Manchester, la Policía británica recibió en la noche del sábado el lanzamiento de objetos cuando acudió a disolver una fiesta callejera que había reunido a un gran número de asistentes.