“Vivencias y recuerdos sonoros” es el enésimo disco que, con su voz personal e intransferible, saca al mercado Pepe Marín. La base del disco es de Ventura Núñez y Pepe le ha puesto el texto y la voz. “Tengo ‘38 años’ , si quieres le das la vuelta, y sigo inquieto, haciendo cosas. Ventura tiene dos libros editados que recogen sonetos, romances, coplas, poemas varios y pregones que ha dado en peñas o en iglesias. Me dio los dos libros y leyéndolos le dije que le podíamos poner voz. La pusimos, se ha grabado en los estudios de calle Francos, se ha editado y ahí está”.
No sé si son veinte o treinta los discos de Pepe Marín desde aquel inolvidable “El Seminarista” que tuvo que editar en dos ocasiones y del que “la gente se sigue acordando, hasta tal punto que me insiste que lo suba a internet. Ya veré”. Bajo la dirección de Rafael Infante grabó aquella extraordinaria serie de “Flamenco y Universidad” y también ha grabado algunos en solitario y colaboraciones con saeteros o ha puesto la voz en grabaciones de hermandades de El Puerto, de Jerez, de Sevilla o es la voz de Como bailan los caballos andaluces desde 1973. Los discos, empero, “he grabado más que Pasión Vega” no son sino un apéndice más de un vida intensa de un actor que supo compaginar su labor en las tablas con la de comunicador y profesional de los medios, con especial incidencia en el mundo del flamenco, con un par de programas que marcaron distintas épocas como “Flamenco a la Una” en la antigua Radio Popular o “A compás” en Onda Jerez Televisión, aunque también ha trabajado en Radio La Isla y en una televisión de Cádiz, al margen de sus colaboraciones periodísticas en este grupo editorial de Publicaciones del Sur.
Colaboraciones escritas que tuvieron continuidad con aquel primer libro dedicado a Fernando Terremoto, o el que escribió en torno a la figura de Eduardo “El Carbonero” o sobre La Paquera o el último de Mosaico flamenco, al margen de muchísimas colaboraciones en muchos libros. Ha escrito libros, ha editado discos, ha tenido hijo y solo le falta plantar un árbol “aunque el campo no me gusta” que puede ser un árbol del futuro de la Cátedra de Flamencología de la que es “relaciones públicas” y que “en enero va a entrar en otra fase porque le vamos a ceder el testigo a gente joven que está muy interesada en seguir con ella. Nos vamos a reunir Manuel Pérez Celdrán, Manolo Naranjo, Mariano Ruiz Carretero, Paco Izquierdo y Juan Salido y daremos ese testigo después de haber renovado los estatutos y demás”.
Será sin género de dudas otro servicio más de Pepe Marín que llegó a Jerez hace ya más de cincuenta años desde sus tierras malagueñas y que se ha ganado el título de hijo adoptivo, ha sido Rey Mago, ha sido Premio Nacional en Paterna, tiene la Medalla de Oro de Arcos y de Paterna, ha sido homenajeado en Vejer, tiene las insignias de oro de la mayoría de las peñas flamencas, se ha paseado por media España y parte de otra con el teatro y con el flamenco, recordando “una actuación en un acto de la Exaltación de la Navidad en Los Juncales, de la que formé parte, cantando Paca y Manuela y bailando Diego de la Margara. Eso fue canela pura. O una noche con La Paquera u otra con Fernando Terremoto, en la plaza del Mercado” o aquella comedia “Los Gemelos”, con él como protagonista, “en el Teatro Romano de Málaga” o “la Historia de Los Tarantos con la que recorrimos toda España” o los trabajos en “las plazas de toros de toda España menos de Galicia” o “en La Alcazaba”.
