El Senado concluye este martes la breve legislatura que arrancó el pasado mes de mayo y lo hará sin haber tenido más actividad parlamentaria que la celebración de un único Pleno, este mes de septiembre.
El Senado se constituyó el 21 de mayo tras las elecciones generales de abril, pero todo quedó en suspenso a la espera de que avanzaran las negociaciones para que el Congreso eligiera un presidente del Gobierno, cosa que no ha ocurrido.
Como en 2016, las Cortes se disuelven cinco meses después de las elecciones por falta de Gobierno, pero este año ha habido aún menos actividad que entonces al haber tocado en medio las vacaciones de verano. Si entonces, de enero a abril, el Senado celebró cuatro Plenos ordinarios, esta vez sólo ha organizado uno el pasado día 10 de septiembre.
Tampoco han tenido ninguna actividad las comisiones, que fueron constituidas el 31 de julio. Quedaron organizadas en víspera de las vacaciones para empezar a trabajar en septiembre, pero no han sido convocadas para ningún debate ni comparecencia en este mes.
SÓLO QUEDA LA DIPUTACIÓN PERMANENTE
Desde hoy, el Senado como el Congreso quedará disuelto y sólo permanecerá activa la Diputación Permanente, formada por 37 senadores y otros tantos suplentes que mantendrán el cargo y la nómina. El resto dejará de ser parlamentario pero la inmensa mayoría volverá a ser candidato en las elecciones, porque los partidos no planean muchos cambios en sus listas al tratarse de una repetición de comicios.
Puesto que dejarán de cobrar sueldo, podrán solicitar lo que se denomina indemnización de transición, con la que se compensa el periodo sin ingresos entre una legislatura y la siguiente. Se trata de una paga que asciende a 154,54 euros por día, desde la disolución del Senado hasta el día previo a las elecciones, 47 días, 7.263 euros en total. Quienes logren escaño volverán a generar sueldo el mismo 10 de noviembre y a cobrarlo cuando tomen posesión del puesto.
Esta indemnización se cobra en cada disolución de las Cortes así que este año se paga dos veces. Cuando se convocaron las elecciones de abril, la inmensa mayoría de los senadores con derecho a esta indemnización la pidieron, sólo ocho renunciaron. Cobraron entonces 8.822 euros (esta vez cobran menos porque la ley acorta de 54 a 47 días el plazo para celebrar elecciones en caso de repetición).
ROMEVA, ICETA Y MANUEL CRUZ
Las pocas noticias que ha generado la Cámara Alta en estos meses no tienen que ver por tanto con la actividad parlamentaria. Tuvo su protagonismo al constituirse el Senado el dirigente de ERC Raül Romeva, en prisión preventiva por el juicio del 'procés' pero que obtuvo escaño en las elecciones y tuvo permiso para ir al Senado a tomar posesión del cargo.
La presidencia de la Cámara también ha sido noticia, primero porque el PSOE quiso dar el cargo al líder del PSC Miquel Iceta. Tenía para ello que elegirlo senador autonómico en el Parlamento de Cataluña pero los partidos independentistas votaron en contra y frustraron la idea. Este puesto de senador lo había dejado vacante José Montilla, que dimitió, y está todavía sin cubrir.
El presidente del Senado elegido al final fue Manuel Cruz, miembro del PSC y catedrático de Filosofía de la Universidad de Barcelona, que se ha visto envuelto en cierta polémica por un manual de filosofía que incluye párrafos de otros autores. Cruz ha negado que se trate de ninguna forma de plagio, que es un libro para estudiantes, y la oposición ha dejado pasar el asunto.
El líder precisamente de la oposición, Javier Maroto, también ha sido noticia. Maroto era vicesecretario de Organización del PP con Pablo Casado pero no logró escaño en el Congreso en las elecciones de abril. Sin embargo, el partido le reservó un puesto de senador autonómico por Castilla y León y para ello tuvo que empadronarse en Segovia. Entró así en la Cámara Alta y fue elegido portavoz del PP.