El fenómeno creciente de los pisos turísticos en Sevilla obliga a los inspectores a redoblar los controles. No hay consejo de la Gerencia de Urbanismo que no apruebe una nueva remesa de este tipo de pisos. La última, este mismo martes: seis en la calle Alfarería, en Triana; once en la calle Arenal, en el Casco Antiguo; y otro edificio en Adriano. La picaresca en este segmento de negocio también es una realidad y los inspectores están ahí para frenarla en la medida de sus posibilidades.
Fruto de esos controles, el consejo de la Gerencia aprobó en su reunión semanal “ordenar la inmediata suspensión del uso de apartamentos turísticos que viene realizándose en la calle Lanza”, en Triana. A Urbanismo le constaba la concesión de una licencia de obras de reformado con las que “cambiar de uso una parte del edificio, proyectado como oficinas, a residencial, resultando un edificio para ocho viviendas”. “En la visita de inspección realizada a la edificación, se observa que la misma se destina a edificio completo con uso de apartamentos turísticos, no encontrándose este uso recogido en la licencia de obras objeto de esta solicitud”, explicaron ayer fuentes municipales. Urbanismo ha requerido a la propiedad que legalice la situación.
En otro orden de cosas, la Gerencia ha concedido licencia de obras para la construcción de dos nuevos edificios en las parcelas ocupadas por el Club Antares, en Genaro Parladé, con destino a residencia de estudiantes. La autorización de obras se otorga una vez analizado el proyecto presentado por Global Chelovek que plantea el desarrollo de esta nueva residencia estudiantil en dos edificios de seis y cinco plantas sobre sendas parcelas de servicios terciarios y dotacional. El presupuesto de ejecución asciende a 16.311.484 euros.