La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, ha acusado esta mañana a Pablo Iglesias de querer hablar solo de cargos y estar en la misma posición de hace tres años cuando pedía una vicepresidencia del Gobierno y votó en contra de Pedro Sánchez en la investidura. En cambio, ve "razonable" la postura de Pablo Casado, a pesar de que critica su negativa a facilitar la investidura y acepta negociar reformas de la Constitución planteadas por el líder del PP para evitar bloqueos tras las elecciones.
En declaraciones a Telecinco, recogidas por Europa Press, Calvo ha querido dejar claro que Pedro Sánchez no tiene un "problema personal" con ningún líder después de que ayer fracasara la reunión con Pablo Iglesias y que Albert Rivera no se haya querido reunir con él.
En este sentido, ha explicado que con Podemos les unen muchas cuestiones de políticas sociales, pero ha insistido en que les separan otras muchas de carácter "muy importante de políticas de Estados y de política internacional".
Sin embargo, se ha mostrado muy crítica con Pablo Iglesias por entender que éste solo quiere hablar de "cargos" y no de políticas, programas y objetivos: "el señor Iglesias estaba hace tres años estaba en 'quiero ser vicepresidente y voto en contra de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno' y hoy lo veo en el mismo sitio".
Carmen Calvo ha reiterado que en este momento, el presidente está en lograr los votos necesarios para sacar adelante la investidura y que para ello el PSOE ha puesto encima de la mesa un documento en el que se recogen propuestas de Podemos.
EL LÍDER 'MORARO' SOLO QUIERE HABLAR DE CARGOS
Pero ha dejado claro que ahora no quieren hablar de "cargos" ya que es el presidente, una vez investido, quien decide con quién cuenta y con quién no. "No es un asunto de cargos", ha recalcado, a la vez que reiteraba que Pedro Sánchez ha ofrecido puestos en la administración del Estado a Podemos y también les ha planteado que propongan personas independientes de prestigio para el Gobierno.
"Estamos intentando una fórmula que está funcionando en Portugal, va a empezar a funcionar en Dinamarca y que ha funcionado en muchos países. No estamos pretendiendo nada extraño, ni nada que no sea razonable en democracia", ha exclamado la vicepresidenta en funciones, quien recuerda al partido 'morado' que no suman mayoría absoluta y que es necesario hablar con más grupos.
En este sentido, ha insistido en que "no valen los discursos acartonados, ni colocar recetas como si fueran verdades académicas o técnicas, porque la verdad es que cualquier fórmula es razonable en democracia si eso es lo que queremos y lo que queremos es hablar de proyectos y objetivos y hasta ahora Podemos está hablando de cargos".
Por ello, ha advertido de nuevo a Pablo Iglesias que la intención de Pedro Sánchez es ir de manera seria y responsable a la investidura en julio y no contempla otro escenario, como el de una investidura en septiembre. Y ha situado también la responsabilidad de que ésta salga adelante en las minorías.
RAZONABLE EL TONO DE CASADO
Calvo también se ha referido al encuentro que mantuvo ayer el líder de la oposición, Pablo Casado, con el presidente del Gobierno. De él ha dicho que, al margen de su posición cerrada de "obstaculizar el Gobierno", ha visto un tono "razonable" en contraste con Ciudadanos, que no se ha querido sentar a negociar con el candidato al que el Rey ha encargado formar gobierno.
En relación con la propuesta de Pablo Casado de realizar reformas e incluir un plus de 50 diputados para el partido ganador, como ocurre en Grecia, Carmen Calvo ha dicho que su partido es consciente que hay que buscar una reforma constitucional del artículo 99 para que no se produzcan los bloqueos en la investidura.
"Aquí hay cosas que reformar", ha recalcado y ha añadido que si el PP quiere trabajar ahí con ellos "estará bien porque hay que hacerlo".
De paso ha recordado que Pedro Sánchez hizo un "acto de patriotismo y lealtad a la Constitución" en 2015, cuando se presentó a la investidura sin apoyos suficientes y propició que corrieran los plazos para unas nuevas elecciones. En su opinión, si el ahora presidente en funciones no hubiera dado ese paso el país habría estado en un "bloqueo constante" porque Mariano Rajoy "desatendió" el encargo del Rey y no se sometió a la investidura.
Además, ha señalado que gracias a que el PSOE se abstuvo después, tras las elecciones de 2016, "el sistema no se quedó bloqueado". Pero Carmen Calvo establece diferencias al señalar que se abstuvieron ante un Gobierno "lleno de corrupción" mientras que ahora piden la investidura para uno "impoluto". "Estábamos --ha dicho-- ante una derecha que acabó cayendo por una moción de censura por un problema de corrupción".