Condenada a pagar 780 euros por golpear a dos concejales de Guillena

La Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a un año de cárcel y 780 euros de multa a una mujer que, durante un pleno celebrado el 7 de abril de 2016 en el Ayuntamiento de Guillena, golpeó a dos concejales, uno de los cuales resultó lesionado, e insultó a la presidencia.

Según ha informado a Efe el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), la Sección Primera también ha condenado a otra acusada, amiga de la primera, al pago de una multa de 90 euros por un delito leve de falta de respeto y consideración a autoridad.

El juicio, previsto para este miércoles, no ha llegado a celebrarse después del acuerdo de conformidad alcanzado por la Fiscalía, la acusación particular ejercida por los concejales, la defensa y las dos acusadas, tras lo que el tribunal ha dictado sentencia 'in voce' y ha condenado a ambas en los términos reflejados en la calificación definitiva del Ministerio Público.

La Audiencia condena a la primera acusada a un año de prisión y el pago de una multa de 360 euros por un delito de atentado, a 60 euros de multa por un delito leve de lesiones y a otros 60 euros de multa por un delito de falta de respeto y consideración a autoridad, mientras que también deberá indemnizar con 300 euros a la concejal lesionada.

Los hechos tuvieron lugar el 7 de abril de 2016, cuando las dos acusadas acudieron como público al pleno que se celebraba en el Ayuntamiento de Guillena y, en un momento dado y discrepando del tema debatido, la principal condenada comenzó a manifestar de viva voz su desacuerdo.

"Lejos de atender el requerimiento" del alcalde, que la instó a que "depusiera su actitud", la acusada se levantó de su asiento y se dirigió hacia la presidencia, pero dos agentes de la Policía Local la interceptaron, según relata la sentencia.

Mientras era desalojada, la procesada propinó un golpe con la mano abierta a un concejal que le impactó en el brazo y también golpeó a una edil en el hombro izquierdo.

Durante el desalojo, además, "no cesaba de imprecar" a la presidencia con expresiones como "hijo de puta".

"Ofendida por el desalojo de su amiga", la otra acusada "mantuvo una actitud desafiante" con el Consistorio "imprecando" al presidente del pleno con expresiones como "sinvergüenza", al tiempo que le dedicaba gestos obscenos con la boca, "llegando a levantarse la camiseta y enseñarle los pechos", razón por la que también fue desalojada.