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sociedad

Desmantelada una organización tras llevarse dos cajeros de hospitales

El grupo de albaneses y kosovares, con un "amplio historial delictivo", tenía su residencia fija en Madrid

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  • Banda. -

La Ertzaintza y la Guardia Civil han desmantelado una "peligrosa" organización criminal tras llevarse dos cajeros en dos hospitales de Irun y Zumarraga (Guipúzcoa) e intentar robar otro en un centro comercial irundarra.

A los detenidos, que ya han ingresado en prisión, se les imputan los delitos de organización criminal, robo con fuerza en domicilios habitados, robo con fuerza en las cosas, robo de vehículo, falsedad documental y delitos contra la seguridad del tráfico.

Según ha informado el Departamento vasco de Seguridad, el grupo, integrado por ciudadanos albaneses y kosovares, tenía fijada su residencia en Madrid y cuenta con "un amplio historial delictivo". En este sentido, en Euskadi se les atribuye el robo por extracción violenta de tres cajeros automáticos en dos hospitales y un centro comercial de Guipúzcoa.

Al parecer los delincuentes de este grupo alquilaban viviendas o utilizaban pisos patera durante el periodo que duraba su campaña delictiva fuera de la capital de España, y "eran especialistas en perpetrar robos por procedimiento de butrón, reventar cajeros automáticos y robar viviendas unifamiliares de alto nivel adquisitivo".

Agentes de la Guardia Civil pertenecientes a la Unidad Orgánica de Policía Judicial de las Comandancias de A Coruña y Madrid y agentes del Servicio de Investigación Criminal de la Ertzaintza de Guipúzcoa, han logrado desmantelar la semana pasada esta organización criminal.

Según ha explicado la Ertzaintza, cuando realizaban sus campañas, lo primero que hacían era buscar viviendas de alquiler, o incluso alquilar habitaciones donde vivían otros compatriotas, evitando así tener que documentar la estancia, permitiéndoles además, realizar estudios de las zonas donde cometerían a posteriori sus hechos delictivos.

El grupo era experto en el asalto a naves industriales por el procedimiento del butrón, pero también se les imputan hechos delictivos en viviendas unifamiliares, situadas en municipios coruñeses de alto nivel adquisitivo, y en el asalto de cajeros automáticos.

Fue precisamente esa tipología delictiva la que permitió poner en contacto a los agentes de la Ertzaintza con los agentes de la Guardia Civil, ya que los primeros se encontraban investigando varios robos de cajeros automáticos en centros hospitalarios y comerciales, a lo largo del mes de febrero, en Guipúzcoa en el marco del operativo 'Loreak'.

El grupo actuó en dos hospitales de Hondarribia y Zumárraga y un centro comercial de Irún. Los asaltantes se llevaron, por extracción violenta, sendos cajeros en los dos primeros lugares, pero no lo consiguieron en el caso de Irún gracias a la intervención de patrullas de la Ertzaintza, que pusieron en fuga a los ladrones.

Los dos cajeros extraídos por la fuerza fueron luego reventados en pistas forestales para hacerse con el dinero de su interior. La pista inicial que permitió a la Ertzaintza relacionarse su investigación con los casos de Galicia y Madrid fue un todoterreno sustraído en tierras gallegas y detectado en uno de los robos en de Guipúzcoa.

Tras la investigación correspondiente los agentes han podido constatar que el grupo sustraía los vehículos en poblaciones madrileñas, trasladándose hasta el lugar de destino usando placas de matrícula falsificadas. Estos vehículos eran utilizados durante el tiempo que duraba la campaña, dejándolos después abandonados.

REGISTROS

En los registros efectuados la semana pasada en los barrios de Usera, Villaverde y Carabanchel alto, se intervino una elevada cantidad de dinero en efectivo, herramientas utilizadas para la perpetración de los robos, joyas, relojes y ropa de primeras marcas, además de documentación donde se recogen los estudios de los lugares donde se perpetraron los hechos delictivos. En esas detenciones y registros estuvieron presentes agentes policiales del SICTG de la Ertzaintza.

Los detenidos son cinco varones, con edades comprendidas entre los 24 y los 41 años, cuentan con numerosos antecedentes e incluso tienen orden de expulsión de nuestro país, portando todos ellos en el momento de la detención identidades falsas.

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