Se presentaron como locos, con un tipo colorido y algo ‘timburtunlesco’; una especie de sombrerero de Aliexpress. Lo cierto es que no sonó muy bien. Dedicaban la primera letra a un abogado recién titulado que se lamenta por tener que defender al “diablo” después de tanto esfuerzo y estudio. Mucho drama en el desarrollo.
Un hombre se separa y vuelve a casa de sus padres en el segundo pasodoble. ¡Alegría! Cuplés de comparsa, el primero croquetero y el segundo a Froilán. El popurrí es totalmente omitible.