El maquinista del tren que el pasado 29 de noviembre descarriló en Arahal (Sevilla), en un accidente que dejó 35 heridos, ha asegurado hoy que siguió en todo momento las instrucciones que ADIF por la lluvia caída en aquella jornada, reduciendo incluso la velocidad del convoy con respecto a lo aconsejado.
El maquinista, D.P.R., ha declarado en calidad de testigo ante la titular del juzgado de instrucción número 2 de Marchena (Sevilla), a la que, según han dicho a Efe fuentes judiciales, ha explicado que el día del accidente, ante la situación de fuertes lluvias de la madrugada, recibió instrucciones de la velocidad a la que tenía que pasar por un tramo concreto de la vía.
Entre Arahal y el lugar del accidente había un tramo inundado en el que frenó para pasarlo sin peligro, pero no tenía más información concreta sobre el resto del recorrido hasta Sevilla capital.
Ha dicho a la jueza que, aunque podía llegar a una velocidad de 145 kilómetros por hora, decidió ir bastante por debajo de ese límite, aunque no pudo evitar el descarrilamiento a unos tres kilómetros del tramo inundado que había pasado antes.
El sumario del caso, al que ha tenido acceso Efe, señala que el terreno cedió por la gran cantidad de agua acumulada en la zona, y que al maquinista le fueron realizadas las pruebas de detección de alcohol y drogas, que resultaron negativas.
Por su parte, Fernando Osuna, el abogado de una decena de lo afectados, ha explicado a los periodistas que, en este caso, “hay que valorar el daño que se ha causado, que viene muy bien reflejado en los centros médicos donde fueron atendidas las personas afectadas por este suceso, y si alguna persona ha tenido algún daño moral, con problemas como la pérdida del sueño, hay también que indemnizarle”.
“Si se hubieran tomado las medidas de precaución reglamentarias, no habría habido heridos”, ha dicho el letrado, que ha subrayado que “el tren pasó, y no debería haber pasado, y eso intentamos averiguar, quién es el responsable de ello”.
Por último, ha asegurado que su intención no es llevar el caso por la vía penal, “aunque no tenemos más remedio porque se inició por esa vía, pero donde tenemos mucha fe es en la responsabilidad patrimonial”, de modo que si se archiva el caso la vía penal, se podría retomar por la vía contencioso-administrativa”.
La jueza estudiará la declaración del maquinista, que ha declinado hacer declaraciones a los medios de comunicación, antes de llamar a nuevos testigos y seguir con este proceso.