Las asociaciones de agricultores Asaja-Sevilla y Asociafruit, con la colaboración de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural y la Diputación de Sevilla, realizarán una fritada comparativa entre la patata nueva española y la patata francesa de importación el 12 de junio a las 11,00 horas en la Plaza del Altozano de Sevilla para demostrar las deficiencias de la patata francesa de conservación.
Según han informado Asaja-Sevilla en una nota, junto a Asociafruit repartirán en este acto, además, 2.000 kilogramos de patatas para subrayar "las bondades de nuestra patata nueva para poner de manifiesto que las propiedades gastronómicas de la patata francesa son inferiores, ya que en el proceso de conservación el almidón se convierte en azúcares, por lo que esta patata vieja cuando se fríe se ennegrece y reblandece, empeorando su aspecto y su sabor".
En este sentido, ha destacado que "la sustitución de la patata nueva española por la francesa de importación ha supuesto la pérdida de más de 33.000 puestos de trabajo en los últimos 25 años", cuando el cultivo genera cerca de 70.000 jornales anuales en la región.
"La patata nueva es una patata fresca, plena de sabor, saludable, que se recolecta y se comercializa durante la temporada, sin pasar por ningún proceso de conservación y en cantidades suficientes para abastecer al mercado nacional y europeo", ha subrayado Asaja.
Ha agregado que mientras España importa el 70 por ciento de patatas de otros países, fundamentalmente de Francia, "envían patatas que no son frescas" sino que lo son "de conservación, mantenidas nueve meses a baja temperatura, con la consiguiente pérdida de frescura y de parte de sus propiedades, entre otras, de sus aptitudes para la fritura, principal uso culinario en nuestro país", ha detallado Asaja-Sevilla.
UN CULTIVO IMPORTANTE EN SEVILLA Y EN ANDALUCÍA
Según los datos de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rura agregados por Asaja, en la provincia de Sevilla se cultivan unas 3.500 hectáreas de patata nueva, principalmente en las comarcas de La Vega, El Aljarafe y Las Marismas.
Esta extensión supone el 44 por ciento de la superficie total de patata nueva de Andalucía, lo que suponen 8.000 hectáreas, ya que también se cultivan patatas nuevas en las provincias de Cádiz, Huelva, Málaga y Córdoba.
La organización agraria ha recordado que "en los últimos años el cultivo en Andalucía ha atravesado unas enormes dificultades como en el resto del país, lo que está ocasionando una reducción muy significativa de la superficie sembrada".
Así, en España se ha pasado de las 257.000 hectáreas de cultivo registradas en 1992 a las 60.000 actuales, lo que supone una reducción del 77 por ciento. En el caso de Andalucía, de 23.500 hectáreas cultivadas en 2004 se ha pasado a 8.000, ha añadido.
Por este motivo, Asaja-Sevilla, junto a Asociafruit, han considerado necesario hacer hincapié en el hecho de que "se trata de un producto muy valorado por el mercado internacional, pero que tiene escasa penetración en el mercado nacional, en beneficio de la patata importada de conservación, más barata y con aspecto exterior artificialmente más bonito".
