En las últimas horas se han denunciado ante la Guardia Civil de El Rocío nueve casos más de abusos en los campos de fresa de la provincia de Huelva, siendo cuatro de ellos por acoso sexual y el resto por abuso laboral. Todas las acusaciones han sido realizadas por nueve temporeras inmigrantes que han estado trabajando en los últimos meses con contratos en origen para la recolección de frutos rojos.
Estas nueve temporeras han mostrado su malestar a las puertas de la Inspección de Trabajo de Huelva y han estado acompañadas por el diputado nacional de Podemos Diego Cañamero y el secretario general del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), Óscar Reina. Cañamero ha calificado la situación que vive el sector agrario de Huelva como “alarmante”, ya que las más de 11.000 hectáreas de frutos rojos se explotan con “mano de obra sumisa y barata para competir en Europa”. “Hay empresarios honrados, pero también hay muchos que se quieren hacer ricos a base de esclavitud y miseria”, ha aseverado el diputado de Podemos, quien ha criticado el “acoso continuado” a las que se ven sometidas temporeras de la fresa en la provincia.
Por ello, Cañamero, arropado en todo momento por Reina, ha incidido en que “no se tapen los ojos” ni el Gobierno de España ni la Junta de Andalucía ante esta realidad y ha pedido que defiendan los derechos de estas personas “que tan mal lo están pasando”.
Sobre estas nuevas denuncias, Cañamero ha indicado que todas ellas lo han hecho con “mucho miedo”. “Hemos tenido que sacarlas de las fincas, las hemos llevado a otro pueblo para que pasaran la noche y pedimos a la Junta que las proteja en un sitio decente para que puedan ir al juzgado estos días y puedan ratificarse ante el juez”, ha manifestado Cañamero.
“El jefe cada día elegía a una para hacer sexo”
Unas de las denunciantes por abusos sexuales ha contado que el jefe de la finca en la que trabajaban “cada día elegía a una mujer diferente para hacer sexo”, así que “amenazaba para ir con él” a otro punto de la finca para que nadie les viera. “El jefe nos trata mal y no paga puntual. Vine para ayudar a mi familia. Es la primera vez que vengo y ya no voy a venir más. Ahora me da vergüenza dar la cara ante mi familia”, ha asegurado una temporera inmigrante en los campos de fresa de Huelva.
Cañamero ha confesado que muchas temporeras están obligadas a pagar varios euros al día para costear la casa, la luz y el agua, “cuando les dijeron antes de venir que no pagaban nada”. “Ellas se han gastado entre 400 y 500 euros en venir y, aparte de ser explotadas, ponen dinero”, ha dicho.
“Mentiras” del SAT
Esta polémica está salpicando a numerosos empresarios dedicados a la explotación fresera en la provincia onubense. Uno de ellos es Manuel Matos, responsable de una finca en Almonte donde supuestamente se habrían cometido abusos sexuales y laborales contra varias temporeras inmigrantes. Matos ha asegurado que en su finca no se ha retenido a nadie y que ha cumplido con la normativa para llevar a cabo su trabajo de manera correcta porque “se pagan los salarios sobre el día 5 de cada mes”.
Además, este empresario ha comentado que las acusaciones vertidas por abusos en la fresa responden a una “campaña orquestada por el SAT”, de modo que todo es “mentira”.
Equo pide cambios
Por otro lado, desde Equo han demandado a la sociedad civil y a a las administraciones una respuesta integral ante la situación de indefensión denunciada por las temporeras”. El partido verde ha reclamado un cambio de modelo que “proteja a las trabajadoras inmigrantes frente a la vulnerabilidad extrema a la que están sometidas”.
