Torremolinos fue, en los años 60, un espacio de libertad abierto a todo aquel que desease dejar atrás las ataduras de sus países, de los conocidos o las propias. Esa libertad a la hora de disfrutar las vacaciones es la que, 50 años más tarde, busca recuperar.
El alcalde de la localidad, José Ortiz, fue el encargado de presentar en Madrid la nueva campaña de promoción turística de 2018 y 2019 con la que pretende romper con la estacionalidad y convertirse en un destino de multiexperiencia, en el que se destaca la calidad de la ciudad y la de sus plazas hoteleras. Esta presentación reunió a prensa, celebrities, 200 agentes de viajes, así como el sector turístico del municipio. El grupo Marlango puso la nota musical a la nueva campaña de promoción turística.
Esta campaña viene a complementar la transformación urbana que vive Torremolinos, entre las que destaca la peatonalización del centro, la rehabilitación de edificios históricos, la ampliación y mejora de la oferta hotelera y la creación de nuevos productos turísticos destinados a familias, amantes del turismo activo, personas mayores o amantes de la gastronomía del lugar.
Los resultados de esta apuesta municipal comienzan a ver los resultados. Tanto es así que en el primer trimestre de 2018 cosechó los mejores registros turísticos de la última década con un total de 160.892 viajeros. Durante 2017, un total de 1.071.322 viajeros visitaron el municipio.
El consejero de Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía, Francisco Javier Fernández, subrayó la apuesta de la ciudad por la innovación para buscar un presente y un futuro basado en la excelencia.
Manifiesto de libertad
Durante el acto se presentó un Manifiesto de la Nueva Libertad donde el municipio expone el concepto sobre el que pivotará la ciudad y la campaña estratégica de marketing. Una libertad que se remonta a los orígenes de la ciudad como destino turístico de referencia internacional, y que permitió que Torremolinos se destapara como símbolo de libertad abierta contra toda dictadura. Hoy en día, la ciudad quiere ser refugio para encontrar la libertad en el presente.
En definitiva, explicó Ortiz, se busca proclamar “un grito liberador, que apele a esos sentimientos que todos guardamos, y que esconden nuestros deseos más íntimos, pero que se liberan desde el mismo momento que se llega a Torremolinos”.
La campaña contará con diversas acciones de marketing a pie de calle y online, así como soportes físicos, entre los que se encuentra la cartelería y material gráfico para eventos, presentaciones, jornadas y ferias profesionales. Este plan de acción promocional se apoyará en campañas específicas para turismo familiar, turismo en pareja, deportes, moda, ocio, naturaleza y gastronomía, entre otros.
En cuanto a la segmentación, el objetivo es la captación de un viajero con una capacidad adquisitiva superior que se interesa por la oferta de eventos, un viajero que busca experiencias, servicios de mayor confort y dispuesto a disfrutar de una oferta de hoteles totalmente renovados.
Asimismo, Ortiz presentó una cápsula del tiempo con forma de urna, donde los asistentes pudieron depositar mensajes de qué les inspira Torremolinos. Estos mensajes, junto a imágenes depositadas en las próximas semanas por los visitantes y vecinos de la ciudad, se guardarán en una urna que será enterrada en la céntrica Plaza del Sol, actualmente en obras para su peatonalización. El objetivo es recuperar estos mensajes en un futuro lejano para descubrir qué inspiraba Torremolinos en ese momento de la historia.
Plan de revitalización
El municipio costasoleño se encuentra inmerso, desde hace tres años, en un plan de revitalización y transformación que busca mejorar la experiencia de los turistas que cada año llegan a la ciudad, sin olvidar la de los vecinos que allí viven.
En el plano urbanístico, el año comenzó con las obras de peatonalización del centro urbano. Ligada a estos trabajos está la rehabilitación de la Casa María Barrabino y su posterior integración al espacio público para darle un uso preferentemente cultural.
En cuanto a los productos turísticos, Torremolinos busca ofrecer algo más que sol y playa y demostrar que también hay espacio para la naturaleza o la gastronomía.
Asimismo, desde 2017 hasta 2021, se invertirá cerca de 150 millones de euros a la reconversión de sus alojamientos. Como último hito, la playa de Los Álamos recibió a principios de mes la primera bandera azul de su historia, un reconocimiento que no recibía la ciudad desde 1997.