El obispo de Huelva, José Vilaplana, y la subdelegada del Gobierno, Asunción Grávalos, han mantenido este martes un encuentro en el Obispado onubense para abordar la situación de los asentamientos de inmigrantes en la provincia de Huelva, en los que viven, según las entidades sociales, más de 2.500 personas en temporadas álgidas de campaña agrícola. Para ambas partes, se trata de una preocupación compartida que requiere un trabajo coordinado y responsable desde las diferentes competencias de cada uno de los agentes implicados.
En la cita también han estado presentes la directora de Cáritas Diocesana, Pilar Vizcaíno, y el jefe de la Dependencia de Trabajo e Inmigración de la Subdelegación del Gobierno en Huelva, Tarsicio López, ha informado el Obispado en una nota.
Vilaplana ha querido resaltar que "es muy importante que cada institución valore qué servicio puede prestar y se sienta interpelada por la situación de estas personas que no deben dejarnos indiferentes y que requieren que estemos atentos a sus necesidades".
Por su parte, Asunción Grávalos ha manifestado que "se trata de una realidad compleja en la que es fundamental la colaboración de todas las partes desde el convencimiento de que sumar es multiplicar", al tiempo que ha señalado que esta reunión en el Obispado "forma parte de una ronda de contactos para plantear y desarrollar alternativas a los asentamientos".
Esta reunión es un paso más que dan ambas instituciones en la toma de conciencia de la necesidad de trabajar en red para erradicar esta realidad.