El 'clásico' de Griezmann

El estadio Wanda Metropolitano estrena este domingo el Atlético de Madrid-Athletic, un clásico de la Liga ya por su duelo 162, los últimos nueve sin derrota del equipo del argentino Diego Simeone y los más recientes por la aportación clave de Antoine Griezmann, determinante casi siempre contra ese oponente.

Cinco goles y dos asistencias en sus siete enfrentamientos ligueros con la camiseta rojiblanca frente a ese adversario, el equipo que desató precisamente la mejor versión del atacante en diciembre de 2014, con un 1-4 en el nuevo San Mamés, hablan por sí solos de su transcendencia en la resolución de sus últimos duelos.

En la primera vuelta (1-2) no marcó ante ese rival, pero su partido fue imponente en el estadio bilbaíno; la pasada temporada una asistencia suya abrió el triunfo por 3-1 contra el Athletic en el último choque oficial del Vicente Calderón y un golazo frustró la victoria contraria (2-2) en San Mamés; y en 2015-16, con 1-1 en el marcador, otro tanto suyo dio los tres puntos el Atlético (2-1).

Desde esas estadísticas, Griezmann se reencuentra ahora con el Athletic, además en un momento espectacular, de nuevo como un líder incontestable de su equipo, con cinco goles en los últimos seis choques oficiales, con su irrenunciable esfuerzo defensivo y con todas las cualidades técnicas de un futbolista de enorme talento.

Su titularidad es indiscutible este domingo en el estadio Wanda Metropolitano, al que vuelve después del gesto de desaprobación que hizo ante los pitidos del público por frenar un contragolpe hace dos jornadas ante el Valencia. "Yo si fuese hincha del Atlético haría todo lo posible para no perder a Griezmann", remarcó Diego Simeone sobre el delantero, con diez goles en los últimos quince encuentros.

A su lado se prevé a Diego Costa. Ya recuperado de las molestias musculares que le apartaron del partido del jueves en la Liga Europa en Copenhague, se ha entrenado con el grupo en las dos últimas sesiones y apunta a la alineación frente al Athletic, en la que también estará Jan Oblak, ya repuesto de un proceso gripal.

También vuelven los laterales Sime Vrsaljko y Filipe Luis, con Diego Godín y José María Giménez en el centro de la defensa, en el que sigue de baja Stefan Savic, y con Koke Resurrección y Saúl Ñíguez fijos en el centro del campo. Ahí, entre Gabi Fernández, Ángel Correa y Yannick Carrasco saldrán dos plazas más del once.

Ese esa es la alineación probable del Atlético, impulsado por nueve victorias en las últimas once jornadas en su persecución del liderato del Barcelona, a siete puntos después de reducir cuatro en los dos encuentros más recientes, e invicto aún en el campeonato en el estadio Wanda Metropolitano, con siete triunfos y cuatro empates.

En ese campo se estrena este domingo el Athletic Club con una racha opuesta en la Liga. No ha ganado ninguno de sus últimos cinco encuentros en esa competición, aunque, a la vez, sólo ha perdido uno de sus doce duelos más recientes en este torneo y resurgió este jueves con una victoria rotunda frente al Spartak de Moscú (1-3).

Fue ese marcador un paso que se presume decisivo para estar en los octavos de final de la Liga Europa y supuso un bálsamo para el equipo de José Ángel 'Cuco' Ziganda, muy cuestionado por una seria crisis de resultados y, sobre todo, de juego.

Pero el jueves el Athletic se transformó y otra vez a lomos del 'zorro' Aritz Aduriz, ya de nuevo máximo goleador de la Liga Europa, se dio el baño de confianza y autoestima que tanto anhelaba.

Aunque en el Wanda no estará Aduriz ni tampoco Raúl García, ambos baja por sanción, por lo que el reto de competir ante el segundo clasificado de LaLiga se presenta más que complicado en un curso en el que el conjunto bilbaíno no está para demasiados alardes.

Son dos de los cuatro titulares con los que no podrá contar Cuco, quien además deberá refrescar el equipo tras el tremendo esfuerzo en la capital rusa con los termómetros en torno a los -10 grados. Las otras ausencias obligadas en el Athletic para mañana son las de los lesionados Iker Muniain y Mikel Balenziaga.

Como se ha confirmado ya la sorprendente marcha de Ager Aketxe al Toronto, la convocatoria que dé Ziganda parece clara: de los 19 jugadores que tiene disponibles en el primer equipo, todos menos Kike Sola, con el que no cuenta.

Más complicada es una alineación a la que volverán Kepa Arrizabalaga entre palos e Íñigo Martínez en el centro de la defensa y que tendrá al menos dos novedades más por las bajas de Aduriz y un Raúl García al que, como excolchonero que es, le duele no poder visitar el Wanda en la primera ocasión que se le presenta.

También está la duda de si el técnico navarro dará descanso de inicio a titulares como Yeray Álvarez, Ander Iturraspe, Markel Susaeta o Iñaki Williams.

Aunque todos ellos podrían salir de inicio con novedades como podrían ser las de Sabin Merino y/o Íñigo Córdoba en ataque y/o la de Enric Sabirit en defensa, esta si Cuco adelanta a Oscar de Marcos a la línea de medias punta y devuelve a Lekue al lateral derecho.

También podrían entrar en el once Mikel San José y/o Beñat Etxebarria en el centro del campo.



- Alineaciones probables:

Atlético de Madrid: Oblak; Vrsaljko, Giménez, Godín, Filipe; Correa, Saúl, Koke, Carrasco o Gabi; Griezmann y Diego Costa.

Athletic: Kepa; Lekue, Yeray, Iñigo Martínez, Saborit; Iturraspe, Mikel Rico; Susaeta, De Marcos, Sabin Merino; y Williams.

Árbitro: González González (C. Castellanoleonés).

Estadio: Wanda Metropolitano.

Hora: 16.15.

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Puestos: Atlético (2º, 52 puntos); Athletic (13º, 28 puntos).

La clave: La inspiración de Griezmann y la velocidad de Williams.

El dato: Desde el 1-1 con el Qarabag en la Liga de Campeones, el Atlético ha disputado trece encuentros de la Liga, con diez triunfos, dos empates, una derrota, 20 goles a favor, tres en contra y diez de esos partidos con la portería de Jan Oblak a cero.

La frase: "Yo si fuese hincha del Atlético haría todo lo posible para no perder a Griezmann", dijo este sábado Diego Simeone.

El entorno: Griezmann se reencuentra con su público después de dos magníficos partidos suyos como visitante y del gesto que hizo a la grada por los silbidos de los aficionados cuando frenó un contragolpe ante el Valencia en el último encuentro como local.