Andalucía defiende una mayor cuota de boquerón ante el futuro incierto al que se enfrenta la pesquería de la sardina. Así lo ha afirmado el consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez Haro, durante su intervención en el Consejo Consultivo de Política Pesquera para Asuntos Comunitarios celebrado en Madrid, en el que ha advertido a la ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, de que es “fundamental” que las negociaciones vayan dirigidas hacia esa meta, dada la “alta dependencia” de la flota de cerco del Golfo de Cádiz de las capturas de las dos especies, “y ya conocemos la situación que atraviesa la segunda”.
Sánchez Haro ha incidido en que ese mayor margen para el boquerón se hace aún más necesario, si cabe, ante el hecho de que la cuota asignada a España suele verse revisada al alza por los intercambios de cupos con Portugal a lo largo del año, “algo que, no lo olvidemos, no se ha producido en 2017”. Para el consejero, “es mucho lo que está en juego”, en la medida en que, como ha detallado, son 86 barcos y 830 tripulantes los que se verían afectados por una hipotética propuesta conservadora o reduccionista de la Comisión Europea (CE). Este año, la flota de cerco del Golfo de Cádiz ha dispuesto de unas posibilidades de pesca de 5.909 toneladas de boquerón y de 2.552 toneladas de sardina, esta última agotada el 1 de septiembre. “Una caída de ambas comprometería en gran medida su subsistencia”, ha sentenciado.
El responsable de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural ha mantenido una posición similar ante los totales admisibles de capturas (TAC) del jurel y la merluza, en estos casos ya con propuestas de Bruselas. Rodrigo Sánchez, frente a la intención de la CE de recortar las posibilidades de pesca de la primera especie en un 24%, “excesivo si se tienen en cuenta los indicadores del Comité Científico del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES)”, ha reclamado un incremento de la cuota “al objeto de garantizar la rentabilidad del sector del Golfo de Cádiz”. Con respecto a la segunda, para la que también se plantea desde Europa una reducción “muy superior a la justificada por los informes científicos que dañaría de manera considerable los intereses de la flota de arrastre del Golfo de Cádiz”, el consejero pide, como mínimo, un mantenimiento del tope establecido para el actual ejercicio.
Para Rodrigo Sánchez Haro, la reducción planteada para el jurel, cuyas posibilidades pasarían de las 73.349 toneladas de 2017 a 55.555 toneladas en 2018, es “demasiado conservadora”, máxime si se tiene en cuenta que la flota del Golfo de Cádiz ya ha sufrido un cierre anticipado de esta pesquería por el agotamiento de la cuota en los tres últimos años. Este curso, a fecha de 23 de noviembre, las capturas habían alcanzado las 1.110,4 toneladas y el planteamiento de la CE, como ha explicado el consejero, limitaría esta cifra a apenas 628,1 toneladas, lo que “no cubre, ni de lejos, las necesidades de nuestro sector”.
En cuanto a la merluza, Bruselas apunta a una disminución del 30% del TAC, que bajaría desde las 10.520 toneladas hasta las 7.366. Sánchez Haro no entiende esta medida cuando el propio Comité Científico del ICES plantea una cuota para 2018 de 8.049 toneladas. La toma de esta decisión tendría una “grave repercusión” sobre el sector pesquero del Golfo de Cádiz (la modalidad de arrastre abarca a 135 barcos y 675 tripulantes), al que sólo le corresponderían 294,09 toneladas (el 6,24% del total asignado a España), una cantidad “claramente insuficiente”. Así lo demuestran, ha continuado, las notas de primera venta de la especie en las lonjas de Huelva y Cádiz, que, a fecha de 23 de octubre, arrojaban un valor de 302 toneladas.