El tiempo en: Antequera
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Punta Umbría

La feroz maldad de ?Tito Andrónico?, en Animalario

Shakespeare abrió en Tito Andrónico las entrañas del ser humano para revelar lo malvado y sangriento que puede llegar a ser, unos ?despojos? atroces en los que la compañía Animalario ve la fascinante, rara y hermosa ?obra de arte? que pondrá en escena a partir de mañana...

Publicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad Ai
Shakespeare abrió en Tito Andrónico las entrañas del ser humano para revelar lo malvado y sangriento que puede llegar a ser, unos “despojos” atroces en los que la compañía Animalario ve la fascinante, rara y hermosa “obra de arte” que pondrá en escena a partir de mañana en el Matadero del Teatro Español.

Su director, Andrés Lima, presentó ayer junto al elenco, once actores encabezados por Alberto San Juan (Tito Andrónico), Nathalie Poza (Tamora), Javier Gutiérrez (Saturnino), Enric Benavent (Marco Andrónico) y Fernando Cayo (Aarón el Negro), esta “tragedia de venganza, asesinatos, fratricidios, violaciones y antropofagia” escrita por Shakespeare hacia 1593, cuando sólo tenía 22 años, y que es la primera incursión de Animalario en el teatro clásico.

Esta “espiral de violencia cocinada en un baño de sangre, este cruel retrato del ser humano” es, según Lima, un voluntario “despiece” de las entrañas del hombre para mostrar de lo que es capaz, “su peor yo”, al que sólo puede redimir su aptitud para la compasión.

Los actores “sufren, odian, cogen asco” a Shakespeare y su tragedia, inspirada en Séneca y Ovidio y en la que se reconocen los horrores y locuras de las crónicas bizantinas e influencias de Christopher Marlowe o Thomas Kid- para construir al final una “función bellísima” gracias a la capacidad para la conmiseración y lástima del ser humano.

Lima está seguro de que esta bacanal del ojo por ojo en la Roma de Tito Andrónico es “perfectamente” trasladable a la España actual: “se ve cómo nos comemos los unos a los otros” en la lucha por el poder.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN