Tras dos años de gestión, el Gobierno municipal ha decidido reorganizar la Delegación de Educación y Juventud en la idea de mejorar su gestión, dotándola de más contenidos y actividades con un giro encaminado a una mayor participación municipal en el ámbito educativo y en las actividades dirigidas a los jóvenes de la ciudad. El primer cambio se produce con el cese de su directora, Rocío Montero, que fue nombrada en mayo de 2016 y que ahora pasará a ocupar un puesto de técnico base. Este cese, según fuentes municipales, era la “crónica de una muerte anunciada” desde los últimos meses, ya que su gestión había venido acumulando críticas e, incluso, estaba produciendo mucho malestar entre algunos empleados municipales.
Cabe recordar que en los últimos años el paso de Rocío Montero por sus diversos cargos no ha estado exento de conflicto. En la anterior legislatura fue concejala del Foro Ciudadano, donde pareció que asumía un puesto destacado a partir de la salida de Pedro Pacheco. Situación que varió al conformarse la lista para las elecciones de 2015, ya que sus compañeros de filas consideraron que no era la persona adecuada para ostentar puestos de salida. Diversos conflictos internos provocaron que fuera perdiendo el apoyo, culminando con su salida del Foro. En principio pareció que se apartaba de la política para volver al Ayuntamiento como técnico.
El siguiente conflicto fue el provocado con su dimisión como directora de Recursos Humanos, cargo que ostentó desde julio de 2015. A pocos días del inicio de las negociaciones sindicales de las medidas del plan de ajuste, con la amenaza de las acciones que se avecinaban por parte de la CGT y del SIP, Montero dimitió dejando a la delegada Laura Álvarez sola ante la difícil situación.
Pese a lo que en los pasillos del ayuntamiento se definió como “una huída ante el peligro”, el Gobierno de Mamen Sánchez le ofreció otra oportunidad, primero como coordinadora de la delegación, puesto en el que se mantuvo muy poco tiempo, sin que haya transcendido el motivo, y luego como directora de Educación y Juventud, cargo del que finalmente ha salido con más sombras que luces sobre sus actuaciones. Con su destitución se pone punto y final a una situación muy conflictiva interna que para muchos resultaba insostenible y que, por ello, ha sido recibida con mucho agrado en el entorno municipal.