Tres onubenses pretenden llevar a cabo el sueño de sus vidas: hacer el Camino de Santiago montados en bicicleta. Manuel Area, con 58 años y jubilado; Manuel Llanes, con 61 años y autónomo sin actividad; y Paco García, con 52 años y celador, van a recorrer 1.200 kilómetros divididos en trece etapas. Van a salir este miércoles a las 8.00 horas de este miércoles desde el Santuario de la Cinta y piensan llegar sanos y salvos a Santiago de Compostela el lunes 25 de septiembre.
Ahora imagínese que está en la playa, agarrado a un daikiri debajo de la sombrilla y acompañado de sus amigos. Uno dice hacer alguna locura y otro responde que sí pero siempre y cuando sea con su otra mitad: su bicicleta. Varios minutos de risas hasta que las bromas se convierten en un reto. “¿Y si hacemos el Camino de Santiago?”, pregunta uno. “¡Vamos!”, contesta el otro.
Pues así, estos tres miembros de un grupo de amigos llamado Artajo BTT, decidieron iniciar la aventura de sus vidas. Desde entonces han estado viendo cómo llevarlo a cabo y hablaron con la Casa de Galicia -una institución que mantiene el firme y decidido compromiso de divulgar el origen e identidad gallegas, desarrollando actividades como ésta-.
Y ya lo tienen todo más que desarrollado. Realizarán un total de trece etapas desde Huelva a Santiago. El primer día harán cien kilómetros y pernoctarán en Aracena. Posteriormente pasarán por Zafra, Villafranca de los Barros, Aluéscar, Galisteo, Calzada de Béjar, Salamanca, Tábara, Puebla de Sanabria, A Gudiña, Ourense, Laxe y Santiago de Compostela. Una locura de una media de unos 85 kilómetros diarios hasta completar los casi 1.200.
El trayecto, por tanto, será por la Ruta de la Plata, subiendo por Extremadura y Castilla-León hasta llegar a tierras gallegas, y siempre por caminos y no por carreteras de asfalto. Irán sellando sus etapas hasta conseguir la Compostelana, la credencial de peregrino.
Estos tres onubenses aventureros han indicado a Viva Huelva que se debe por un “reto personal” de cada uno y por “motivos religiosos”. Además, cuentan con el “apoyo incondicional” de sus familiares, quienes les despedirán desde el Santuario de la Cinta. “Esperemos que no corramos peligro”, aseguran.
La vida se mide por los momentos que te dejan sin aliento y éste, para ellos, es uno de ellos.
