El Ayuntamiento de Granada encabezará esta semana una delegación para reclamar en Bruselas, ante distintas instituciones europeas, el fin de aislamiento ferroviario que sufren esta capital y provincia andaluza desde hace más de dos años.
El alcalde de Granada, Francisco Cuenca (PSOE), ha anunciado hoy que en la visita a la capital europea estará acompañado del presidente de la Diputación Provincial, José Entrena, y de la delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía, Sandra García.
El objetivo, ha explicado, es reclamar en Bruselas que esté vigilante ante la situación ferroviaria que padece Granada y su provincia y que convierten a esta zona de Andalucía en una de las pocas de España que carece de conexión por tren.
La delegación institucional granadina estará en Bruselas los días 6 y 7 de septiembre y se reunirá con representantes de distintos organismos del Parlamento comunitario relacionados con infraestructuras y transportes, además de la Comisión de Peticiones.
Cuenca, que lidera esta iniciativa, ha advertido de la necesidad de que Granada recupere sus conexiones ferroviarias, que el tren de alta velocidad (AVE) pueda llegar cuanto antes, soterrado en su entrada a la capital, y con vías de doble ancho internacional.
Por otra parte, ha señalado que espera que el Ministerio de Fomento cumpla con sus compromisos y convoque próximamente una nueva reunión de la comisión de seguimiento de las obras del AVE para conocer los avances y los plazos de esta infraestructura.
Tras estas declaraciones, el portavoz provincial de Ciudadanos en Granada y diputado en el Congreso, Luis Salvador, ha criticado lo que considera una estrategia del PSOE de capitalizar una acción de la que no excluye al resto de los partidos y al Ministerio de Fomento y, por tanto, al "interlocutor imprescindible y principal actor necesario" para que llegue el AVE a la provincia.
En un comunicado, Salvador ha interpretado que el PSOE irá a Bruselas a "una fiesta pagada con el dinero de los europeos" y ha criticado un viaje "para hablar mal" del Gobierno de España y de las comunicaciones de una ciudad ante una administración, la europea, que carece de competencias para poder acelerar la llegada de la alta velocidad, pese a lo que se puede dañar el turismo y la imagen.
