Un accionista del Sevilla ha puesto en conocimiento de la Fiscalía unos hechos que, a su entender, constituyen "indiciariamente un delito de corrupción entre particulares" cometido por el presidente de la entidad, José Castro.
Así, el accionista solicita en su denuncia que el Ministerio Fiscal practique "las diligencias de investigación precisas para la comprobación de los hechos, formulando querella en caso de desprenderse de dicha investigación la comisión de uno o varios delitos".
El denunciante, Agustín Martínez Becerra, letrado sevillano propietario de dos acciones del Sevilla, estima en primer lugar que Castro se sirvió "de su condición de presidente" para "tener conocimiento" de la cuantía de la oferta que presentaron las empresas competidoras de la suya para "actuar como comisionista" en una reforma de la iluminación del Sánchez Pizjuán.
Además, también denuncia que el mandatario sevillista inscribió en el libro de registro del club tres acciones a su nombre que, presuntamente, fueron adquiridas indebidamente por haberse realizado la transacción de las mismas después del fallecimiento del anterior propietario, cuya firma habría sido falsificada.
Agustín Martínez también considera delictivo el uso que Castro ha hecho de la cuenta de representación que mantiene con el Sevilla, al que llegó a adeudar más de 300.000 euros.
La denuncia sostiene algunos gastos podrían justificarse "más allá de consideraciones éticas", pero entiende que otros "exceden de esas liberalidades funcionales y suponen actuaciones que pudieran estar incardinadas en ilícito penal".