Irene García está convencida de que los logros que acumula la Diputación de Cádiz en sus dos primeros años de gestión son el mejor ejemplo de que ese tipo de instituciones supramunicipales ejercen un papel vertebrador y dinamizador en las provincias. La presidenta de la institución gaditana reconoció que entre los objetivos que se trazó cuando asumió el cargo figuraba “poner en valor un papel, el de la Diputación, que durante mucho tiempo se puso en duda, pero que es tan importante que de no existir debería crearse una figura parecida porque presta multitud de servicios a los municipios más pequeños”.
García detalló durante la entrevista concedida a Acento Andaluz, el programa de Ondaluz TV, los acuerdos cerrados durante todo ese tiempo con “sectores estratégicos” de su ámbito territorial, desde el pesquero hasta el aeronáutico, siempre con la vista puesta en “buscar oportunidades, generar fortalezas e incorporar nuevos talentos al tejido productivo”. Y todo ello, asumió, en una provincia “llena de contradicciones”, lo que obliga a “poner las luces largas” y a fomentar consensos que permitan “luchar contra la gran losa” del desempleo.
Otra conquista en el primer tramo de legislatura es la “oportunidad de presente y de futuro” que debe florecer en torno a la ITI, la oficina integrada en la Diputación de Cádiz que asesora sobre las áreas incipientes de negocio en sectores estratégicos. García recetó en esa parcela “consenso” y aconsejó al Gobierno central que no “duplique esfuerzos” proponiendo alternativas complementarias a la ventanilla única ya en marcha que dependerían de esa Administración y que sólo complican y hacen más farragosos los trámites a los interesados. “Nos gustaría que tuviésemos altura de miras y apostar por un modelo único focalizado a atajar el desempleo en el sector empresarial”, apostó. Los resultados se traducirán, según su augurio, en que “éste será el año del despegue de iniciativas”. La mejor señal de que se camina por la senda correcta es que la provincia se haya convertido en un motor exportador de Andalucía y de que su saldo exterior sea positivo.
Queda según la presidenta de la Diputación tarea que hacer en esa parcela, por ejemplo la de “promocionar, vender e internacionalizar productos” de empresas que arrastran el inconveniente de ser “pequeñas y contar en su gran mayoría con apenas dos trabajadores”. Ahí es donde los servicios de la institución juegan a favor, en especial el acompañamiento que se brinda a los emprendedores para dar el salto hacia nuevos mercados. El éxito lo corroboran las misiones comerciales ya en marcha con países latinoamericanos aprovechando el tirón del Tricentenario del traslado de la Casa de Contratación desde Sevilla a Cádiz. Ese argumento histórico que ha impulsado la Diputación se ha traducido en acuerdos para que, como hace siglos, empresarios gaditanos crucen el Atlántico en busca de oportunidades.
Además de conquistas económicas en el último bienio ha habido también avances institucionales. García destaca el impulso al Consejo de Alcaldías, un foro de primeros ediles “netamente gaditano” capaz de superar los “importantes liderazgos locales”.
El aspecto social, clave en la gestión en la provincia
El aspecto social es uno de los que más destacan en la gestión de la Diputación Provincial de Cádiz que preside Irene García. Entre las iniciativas más importantes se encuentra la puesta en marcha del Plan Estratégico contra la Pobreza Energética, que cuenta con un presupuesto de 300.000 euros para que ningún usuario o ninguna familia de las localidades menores de 20.000 habitantes que atraviese una situación de dificultad económica sufra el corte de suministros básicos.
Además de este plan que hace frente a la pobreza energética, también hay que destacar la constitución, por primera vez, de los Consejos Provinciales de Igualdad y de Participación para dar más transparencia a la gestión y para implicar a los representantes de la sociedad civil en el día a día de la Diputación y en el diseño de sus políticas básicas.
Por último y no menos importante, hay que destacar la creación de un catálogo de cláusulas sociales para su incorporación a los pliegos de contratación que elabora la Diputación de Cádiz y que apuestan por la inserción laboral de colectivos desfavorecidos, la igualdad de oportunidades, el mantenimiento del empleo, el comercio justo, el respeto a los convenios internacionales y el cumplimiento de normativa laboral y de medio ambiente.
