El alcalde de San Roque, Juan Carlos Ruiz Boix, ha avanzado que el próximo Pleno Ordinario del 23 de diciembre se propondrá la anulación del Acuerdo Regulador del Convenio Colectivo que fue firmado con los sindicatos. De esta manera, Ruiz Boix anuncia una nueva negociación de cara al próximo año para alcanzar un consenso con los empleados del Ayuntamiento.
El primer edil indicó que con esta medida van a abrir un nuevo tiempo, “vamos a asumir que hemos cometido errores, pero creo que ha sido así por ambas partes”. “Voy a asumir la que me toca, la del Equipo de Gobierno -continuó- y por tanto, en el próximo Pleno Ordinario del día 23 vamos a revocar, a anular el acuerdo del Convenio Colectivo que firmamos con los sindicatos”.
Ruiz Boix señaló, en este sentido, que van a iniciar un nuevo tiempo en este próximo año, “a comenzar una nueva negociación que va a liderar mi compañero el teniente de alcalde delegado de Recursos Humanos, Óscar Ledesma”. “Por consiguiente, vamos a intentar alcanzar ese consenso con el grupo de empleados del Ayuntamiento, funcionarios y laborales, básicos para prestar un mejor servicio”.
El alcalde apuntó que la intención es tender puentes para que esa paz laboral que han contado muchos años en los gobiernos que ha presidido, permanezca y dure, “y creo que durante la gestión económica tan brillante que hemos realizado durante los últimos cinco años, y sobre todo en esta última etapa mayor con la amortización de la deuda, hemos ofrecido una seguridad total en las nóminas de los funcionarios”.
La primera autoridad municipal recalcó que están continuamente ofreciendo mejoras incluso en las condiciones de trabajo, “por tanto creo que algunas de las manifestaciones y afirmaciones que se han vertido durante este debate han sido injustas. Por ello -prosiguió- vamos a intentar que en 2017 tengamos esos puntos de encuentro, pero voy a seguir anteponiendo los intereses de San Roque, de los ciudadanos de San Roque, por encima de cualquier petición que yo crea que sea injusta o caprichosa”, afirmó.
Ruiz Boix defendió a los empleados reconociendo que llevan pasando unos años de congelación, en los que no han podido crecer. “Hay unas demandas que compartimos y espero que entre las que compartimos y las que entendemos que son medidas caprichosas, encontremos ese punto de equilibrio”, concluyó.
