Los vecinos de la barriada rural de la Vega de los Molinos se encuentran a la espera de un detalle por parte de la empresa Iberdrola, cuya central térmica se encuentra situada a ocho kilómetros del núcleo poblacional; un detalle porque, según expresa el presidente de la asociación vecinal, Antonio Carrasco, la empresa ha bajado la guardia en sus atenciones con los vecinos, con los que hasta ahora venía colaborando con pequeñas ayudas económicas que les facilitaban la celebración de sus actos y actividades sociales.
Carrasco asegura que una central que obtiene beneficios millonarios “ni siquiera da para caramelos para los niños”, en alusión a la cabalgata de reyes. Dice que hasta ahora la empresa concedía algunas ayudas para la cabalgata, la velada de verano y otras actividades, pero que ya no. No obstante, el presidente lleva a cabo gestiones con los responsables de la central para recuperar las ayudas. La petición se sustenta en las molestias que la central térmica acarrea a los vecinos, según Carrasco, que apunta a ruidos cuando “corre el viento corre bajo” y al humo que sale de las chimeneas de las instalaciones.
“No han tenido la boca un poco callada porque algo nos daban, pero incluso ahora han dejado parados a más trabajadores porque creo que le han dado el mantenimiento de la central a una empresa de Madrid”, señala el presidente de los vecinos.
Se da la circunstancia de que la central térmica de Iberdrola es un socio más de la asociación vecinal de la Vega de los Molinos. En cierta ocasión, los vecinos reclamaron a la empresa el pago de sus cuotas, asunto ya solucionado. Carrasco recuerda que “costaban más los sellos para Madrid que el dinero que nos debía. Es cierto que nos dejaron varios años sin pagar, pero venía aportando algún dinero para nuestras actividades. Ya tenemos que patalear algo porque no nos dan nada”, concluye el presidente. No obstante, Carrasco espera que la empresa dote a la barriada de luminarias para la vía pública y de otras ayudas.
El delegado de Urbanismo, Manuel Garrucho, estaría dispuesto a mediar con Iberdrola para que ayude de algún modo a los vecinos, pero recuerda que el Ayuntamiento está en buena sintonía con la multinacional, de la que ha conseguido al parecer lámparas led para instalarlas en las calles, los mecanismos correspondientes y otras ayudas.
Sin embargo, el delegado considera paradójico el hecho de que Arcos cuente con una central térmica y al mismo tiempo sufra déficit energético. No obstante, la falta de condiciones técnicas para transformar la energía en baja tensión hace que la central no pueda suministrar energía directamente al municipio, según explica el delegado Manuel Garrucho. Ibedrola ingresa más de un millón de euros al año en concepto de impuestos.