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Málaga

Málaga muestra el drama de la esclavitud de los niños senegaleses

'Talibés' del médico y fotógrafo Manuel Viola, fundador y presidente de la Sociedad Fotográfica Malagueña, podrá visitarse hasta el 11 de diciembre en MUPAM

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La exposición "Talibés" del médico y fotógrafo Manuel Viola -fundador y presidente de la Sociedad Fotográfica Malagueña- muestra en 75 imágenes en blanco y negro la vida de esclavitud a la que se enfrentan los niños senegaleses que estudian en las escuelas coránicas.

"Talibés" podrá visitarse hasta el 11 de diciembre y ha sido presentada hoy en la Salas de La Coracha del MUPAM en la capital malagueña por el propio fotógrafo y la concejala de Cultura, Gemma del Corral, según ha informado el Ayuntamiento en un comunicado.

Estas imágenes son el resultado de 6 años de trabajo durante seis viajes del fotógrafo a las principales ciudades de Senegal, donde ha captado la vida de los niños que viven y estudian en las escuelas coránicas "daaras", por lo que se les designa "Talibés" o estudiante del Corán.


Los niños llegan allí enviados por sus padres, que ante la pobreza extrema deciden entregarlos a estos centros para recibir al menos una educación religiosa, pero aquí pasan a depender de los "Marabout" o maestros del Corán, quienes explotan a los niños para sus propios intereses.

A los varones les obligan a mendigar durante muchas horas al día y les castigan severamente si no consiguen unos mínimos diarios, mientras que las niñas se dedican a las labores domésticas.

Se calcula que unos 100.000 menores viven hacinados en condiciones miserables e insalubres dentro de estos centros en las grandes ciudades senegalesas.

Viola quedó sorprendido en su primer viaje en el 2010 de las condiciones inhumanas en las que se crían estos niños, por lo que decidió sumergirse en sus vidas y documentarlas para denunciar su situación, de tal manera que acaba por convertirse en uno más dentro de la "daara".

Los retrata en la calle, donde piden limosna vestidos con ropas sucias y destrozadas, y durante el estudio del Corán, que recitan durante horas en el suelo frío sin más calor que el de sus propios cuerpos, pero también ha conseguido captar la risa de los niños incluso en tales circunstancias.

Las fotografías son de impresión digital sobre papel algodón "fineart", en distintos formatos, según ha considerado el artista, pero todas ellas son presentadas en 65 x 85 cm; se engloban en el género documental y en ellas predominan los claro-oscuros y la clave baja, técnicas que contribuyen a enfatizar el mensaje.

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