El presidente de la Comisión Islámica de España (CIE) e imán de la Mezquita Central de Madrid, Riay Tatary, el anterior rabino jefe de la Comunidad Judía de Madrid Baruj Garzón, y el sacerdote especialista en mundo árabe y director de la Escuela Bíblica de Jerusalén, Jean-Jacques Pérennès, han apostado por dialogar y cooperar en temas como los Derechos Humanos, que afectan a las tres grandes religiones monoteistas, y han pedido separar la fe del terrorismo del Daesh que "nada tiene que ver con la religión".
"Islam significa 'paz'. Si vamos a aplicar la fe, no podemos matar en nombre de Dios, como han hecho todas las religiones. Es una usurpación de los valores islámicos. Estamos condenando todos los días, casi no tenemos otro trabajo", ha señalado Riay Tatary durante el simposio 'Las religiones en el mundo actual', organizado por los laicos dominicos, que ha tenido lugar este martes en la Fundación Gómez Pardo, en Madrid, y que ha dado comienzo con una oración conjunta de los tres representantes de las religiones.
En este sentido, el presidente de la Comisión Islámica de España ha apostado por las escuelas jurídicas en las que eruditos musulmanes explican la aplicación de lo que reza el Corán, auténticos "especialistas" en el libro sagrado de los musulmanes, para que "nadie se atreva en el futuro a hablar en nombre del Islam sin autorización" y para que ningún "títere de mandatarios internacionales o de medios" se erija en representante de esta religión.
Para Tatary, el problema es que a veces se acude a personas que "no están formadas" en la interpretación del Corán. A esto se suma el hecho de que grupos terroristas como el Daesh defienden sus actos apoyándose en el Islam, pero Tatary pide a los ciudadanos que no se dejen engañar. "También ETA hablaba en nombre de los vascos, pero nadie se engañaba", ha advertido.
En esta misma línea, el dominico Jean-Jacques Pérennès ha apuntado que detrás de terroristas como los del Daesh hay "un proyecto político que nada tiene que ver con la religión". También ha coincidido con Tatary en la necesidad de recurrir a personas más preparadas para interpretar los asuntos más difíciles. Por su parte, el exrabino jefe de Madrid Baruj Garzón ha invitado a poner los textos clásicos de las tres religiones "en su contexto histórico".
Asimismo, Pérennès y Baruj Garzón han advertido de la "laicidad" de las sociedades modernas y de los intentos por dejar a la religión en el ámbito privado. Así, el dominico ha indicado que quizá se podría pensar que hubiera valido la pena vivir sin religiones cuando se recuerdan las cruzadas o las inquisiciones, pero ha precisado que "un mundo sin religión es un mundo animalizado, sin guardián de la moral" y ha alertado de que "las sociedades se están suicidando" al olvidar a Dios.
Por otro lado, Tatary, Pérennès y Garzón han incidido en la importancia del diálogo entre las religiones, de "hablar sin fronteras ni censuras", tal y como ha indicado el exrabino de Madrid. El dominico ha ido más allá y ha apostado por una convivencia de todos los creyentes de los diferentes credos en búsqueda de la verdad, aunque ha advertido de que a veces el diálogo se ve dificultado por "heridas del pasado o prejuicios". En cualquier caso, Baruj Garzón y Tatary han propuesto algunos temas en los que pueden unirse como los asuntos sociales, de familia o de defensa de los DDHH y de la creación.
Concretamente, Tatary ha planteado crear "un espacio amplio de confianza" y hablar no solo desde los púlpitos sino también en las plazas públicas.