Seis agentes de los Mossos d'Esquadra se enfrentan en un juicio que está previsto que comience este lunes en la Audiencia de Barcelona a once años de cárcel acusados del homicidio del vecino del Raval Juan Andrés Benítez en 2013, que murió en el hospital horas después de su detención.
Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia (TSJC), está previsto que a las 10 horas se empiece a seleccionar al tribunal del jurado para continuar entre este lunes y el martes con la lectura de los escritos de calificación provisional y alegaciones previas; si se cumplen el calendario, el miércoles comenzarían a declarar los acusados.
Todo ello, si a última hora las partes no alcanzan un acuerdo que evite el juicio y que se saldaría con una condena por homicidio imprudente inferior a los dos años de cárcel para los seis mossos acusados de la muerte y una pena de multa para los agentes a los que se le atribuye un delito de obstrucción a la justicia, además de una indemnización a la hermana de la víctima y el reconocimiento de los hechos.
Para que este acuerdo fructifique, el mayor escollo es la resistencia de la acusación popular, representada por la Asociación para la Defensa de los Derechos Humanos (ACDDH), y por eso la defensa ha intentado sacarla del proceso: sobre esto deberá pronunciarse en breve el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC).
En su calificación previa al juicio, la fiscal acusa a seis agentes de los presuntos delitos de homicidio por dolo eventual, por el que pide 10 años de cárcel para cada mosso, y otro contra la integridad moral, por el que añade un año de prisión.
A otros dos agentes les atribuye un delito de obstrucción a la justicia --por presuntamente tratar de borrar pruebas--, y pide para ellos un año y medio de cárcel para cada uno.
La fiscal concluye que, aunque los acusados no tenían la intención directa de causarle la muerte, "colocaron a la víctima en una clara situación de riego y peligro que podía desembocar en su fallecimiento, conociendo por tanto, que este resultado podía producirse".
Considera que Benítez fue detenido en la puerta de su casa de la calle Aurora "de forma excesiva, desproporcionada", tanto en la duración temporal --que pudo ser superior a los 12 minutos--, el número de mossos intervinientes, como por la fuerza física ejercida.
PROHIBICIÓN DE IMÁGENES
El juicio tendrá medidas excepcionales en cuanto a la cobertura informativa ya que el presidente del tribunal, José Luis Ramírez Ortiz, ha decidido prohibir a los periodistas grabar en vídeo todas las sesiones del juicio con excepción de las cuestiones previas y los informes finales de las partes.
El magistrado ha acordado que solamente permitirá que durante el resto del juicio --que está previsto dure más de un mes-- se grabe en audio, lo que incluye las declaraciones de los ocho agentes acusados.
Justifica así esta medida: "La divulgación de la imagen de los acusados, que gozan de tal presunción --de inocencia--, puede ser un adelanto de condena social aunque luego sean declarados inocentes, lo que puede ser especialmente lesivo teniendo en cuenta que se trata de agentes de la autoridad que podrían continuar en servicio activo".