El español Pablo Larrazábal asumió este viernes, con una trabajada vuelta al par (71), el liderato en el Abierto de España de golf en una segunda jornada en la que el viento dificultó aun más el ya de por sí complicado campo del gaditano Real Club Valderrama, que hizo estragos en buena parte de las tarjetas.
Si Valderrama ya es un campo extremadamente difícil, cuando el viento lo azota puede hacer de él un infierno para cualquier jugador. Y eso sucedió este viernes en el primer torneo en suelo europeo de circuito del Viejo Continente de 2016. Tanto fue así que los últimos en superar el corte tenían un +9 en sus tarjetas.
El corte de este año supera por dos impactos el anterior récord de Valderrama, establecido en +7 en el Andalucía Masters de 2011. En esta segunda jornada sólo dos jugadores consiguieron ganar al campo: el francés Mike Lorenzo-Vera y el sueco Peter Hanson, ambos con 70 (-1).
"Ha sido una jornada soñada; uno de los tres mejores días de mi carrera porque hacer el par en estas condiciones es como hacer 7 u 8 abajo en otro campo en un día perfecto", afirmó Larrazábal nada más acabar pelearse con el campo en su segundo recorrido.
El barcelonés lidera el Abierto de España, que por primera vez se juega en el campo de San Roque, con dos de ventaja sobre el inglés Andrew Johnstone y tres respecto al trío formado por el defensor del título, el inglés James Morrison, el español Alejandro Cañizares y el que el jueves fue primer líder del torneo, el francés Alexander Levy. A cuatro hay un cuarteto en el que se encuentra otro español, e, barcelonés Pep Anglés.
Pablo Larrazábal, de 32 años y en cuyo palmarés figuran cuatro victorias en el Circuito Europeo (la última en 2015), llegó a estar 7 bajo par en el total tras hacer cuatro 'birdies' sin fallo en sus diez primeros hoyos (empezó por el 10). Un 'bogey' en el undécimo y un triple 'bogey' en el duodécimo, al atascarse en la trampa de arena situada a la derecha de 'green', pusieron piedras en su camino. Pero fue capaz de mantener el aplomo para acabar la vuelta con seis pares seguidos.
El también español Sergio García, anfitrión del Abierto de España a través de la fundación que lleva su nombre marcha con +3 en el total tras firmar el par. Tiene uno más que su compatriota Jordi García Pinto, integrado en otro cuarteto en el que también está el alemán Martin Kaymer.
García exhibió por momentos su posición de número 16 del mundo con una tarjeta de cuatro 'birdies', dos 'bogeys' y un doble 'bogey', éste en el hoyo 16 y tras tener que dropar una bola que acabó por resultar injugable entre la maleza tras una mala salida. "Valderrama ha enseñado este viernes todos los dientes que posee", explicó el castellonense.
Pese a marchar con +5 en el total, Rafa Cabrera Bello pasó el corte. Este viernes firmó 73, un golpe menos que la víspera y aún peleando con el 'putter', palo con el que desaprovechó las opciones de 'birdie' que Valderrama le brindó. El canario cree que hasta cinco golpes al día son recuperables, "y más en este campo, que es muy difícil y en el que pueden pasar muchas cosas".
El malagueño Pablo Martín, en cuyo palmarés figuran tres victorias en el circuito, se despidió del torneo con un total de +22 en las dos primeras rondas. Este viernes mejoró algo sus prestaciones, aunque acabó con una vuelta de 78 (+7) al día siguiente de haber entregado una tarjeta de 86 (+15). Dice adiós al torneo tras dos jornadas para olvidar.
No es el peor resultado de la carrera de Pablo Martín, que llegó a terminar con +27 en Abierto de Francia de 2008 y en el Abierto de Estados Unidos de 2010.
Hubo quien acabo peor que Martín su efímero paso por Valderrama. Se trata del estadounidense John Hah, el francés Berardo Clément y el inglés Laurie Canter, los tres fuera del fin de semana con un impacto en el total más que el español.
En la segunda jornada llegó el primer hoyo-en-uno del torneo. Lo logró el finlandés Roope Kakko en el par 3 de 194 metros del 12, aunque luego el jugador de Espoo terminó su vuelta con 76 (+5) para 149 totales (+7) y dentro del corte.
