La cantante Isabel Pantoja ha vuelto hoy durante unos minutos a la cárcel de mujeres de Alcalá de Guadaíra (Sevilla) para completar los trámites burocráticos relativos a su libertad condicional y a la nueva modalidad de cumplir el tercer grado, que le permite dormir fuera de la prisión.
Fuentes penitenciarias han explicado a Efe que a la tonadillera se le han tomado las huellas dactilares y se le ha comunicado que desde el próximo 2 de marzo disfrutará de la libertad condicional, lo que le permitirá desplazarse por todo el territorio nacional por razones profesionales bajo el control de los servicios sociales penitenciarios.
También se le ha informado de la nueva modalidad de tercer grado o régimen de semilibertad que tendrá hasta el 2 de marzo, que es la prevista en el artículo 86.4 del reglamento penitenciario y que le permite dormir en su domicilio y personarse en la cárcel cada quince días.
Según ha podido comprobar Efe, cinco minutos después de que lo hiciera su abogado, ha llegado a la cárcel la cantante, alrededor de las 17:00 horas, acompañada de su hermano Agustín, a bordo de un vehículo y vestida con un pantalón oscuro, una americana y con un pañuelo alrededor del cuello.
Pantoja ingresó en prisión el 21 de noviembre de 2014 para cumplir una pena de dos años por blanqueo de capitales y a la que no tendrá que volver más a dormir.
El juzgado aprobó la semana la semana pasada la libertad condicional porque afirma que se cumplen todos los requisitos legales exigibles, entre ellos que ya accedió el 13 de diciembre pasado al tercer grado penitenciario.
Tras negarle la libertad condicional el pasado 28 de diciembre, el juzgado aceptó esa decisión porque ha cumplido las dos terceras partes de su condena, no le constan sanciones, cuenta con el pronóstico favorable e individualizado de reinserción social y también ha desarrollado de forma continua actividades laborales, culturales y ocupacionales.
El juzgado obliga a la cantante, para las notificaciones, a mantener su domicilio en la finca Cantora, situada en Medina Sidonia (Cádiz) y en la que pernocta cuando tiene un permiso judicial.
También debe someterse al seguimiento y control de los servicios sociales penitenciarios de Jerez de la Frontera (Cádiz) mediante la presentación ante tales servicios cuantas veces fuese requerido por ese servicio o por el juzgado de vigilancia penitenciaria.
Con la libertad condicional, decisión que puede recurrirse, Pantoja podría firmar cada mes o cada dos meses en alguna dependencia de los servicios sociales penitenciarios y tendría que comunicar si sale de la provincia de Cádiz.
Además de la pena de cárcel, Pantoja fue condenada por la Audiencia de Málaga a pagar 1,14 millones de euros, dinero que ya ha abonado.
La Fiscalía respaldó la libertad condicional de Pantoja, como solicitó la Junta de Tratamiento de la prisión y la Fiscalía, por la "positiva" evolución de la cantante desde que el 13 de diciembre pasado obtuvo el tercer grado.
Desde que obtuvo ese grado, que le permite pernoctar de lunes a jueves en un establecimiento penitenciario y el fin de semana en su casa, los distintos permisos de Pantoja se han desarrollado sin incidencias, han añadido las fuentes tras recordar que la cantante está cumpliendo una condena tras la primera pena que ha tenido.
Por este procedimiento que afecta a Pantoja, también se encuentran en prisión Julián Muñoz, que cumple seis años y medio de cárcel por blanqueo de capitales y cohecho pasivo, la exmujer de éste, Maite Zaldívar, que fue condenada a dos años y medio por blanqueo de capitales, y Jesús Zaldívar, también condenado a la misma pena por igual delito.