De momento, es una medida en estudio, a la espera del informe sobre los efectos de las ondas que emiten estos aparatos que elaborará la Asociación francesa de seguridad sanitaria del medio ambiente y el trabajo (Afsset), según informa el diario Le Monde.
Mientras no se conozcan las conclusiones de ese estudio, “la prioridad del Gobierno” francés será la aplicación del principio de precaución, según la secretaria de Estado de Ecología, Chantal Jouanno.
Las escuelas de primaria francesas tendrán, de momento, libertad para prohibir o no el uso de teléfonos móviles, aunque las asociaciones medioambientales y de defensa de los consumidores recomiendan que, al menos, deben limitar al máximo su uso.