Globalaeronautic, la sociedad adjudicataria de Laboratorios Pérez Giménez, la farmacéutica cordobesa en concurso de acreedores, cuyas instalaciones en Almodóvar del Río están sin actividad, sin trabajadores y cerradas desde hace ya un año, tendrá que destinar unos 100.000 euros a la destrucción controlada, por un gestor autorizado, de los aproximadamente 1.000 palets con productos farmacéuticos y cosméticos caducados y residuos de laboratorio que se almacenan en dicha factoría.
Según han informado a Europa Press fuentes cercanas al concurso, así se recoge en el informe técnico, de unas 200 páginas, que Globalaeronautic ha entregado al Juzgado de lo Mercantil número uno de Córdoba, el cual tramita el concurso de acreedores de los laboratorios desde diciembre de 2011, es decir, desde hace ya casi cuatro años, que es el tiempo que ha transcurrido sin que se haya conseguido reflotar la empresa.
Dicho informe, según ya adelantó Europa Press, determina que Globalaeronautic tendrá que invertir más de 2,5 millones de euros extra, a sumar a los once millones del precio de compra, para poder poner de nuevo en marcha la factoría, y ello requerirá, además, un plazo de entre ocho y diez meses, en este caso referido a la reparación y puesta en marcha de la maquinaria y para recuperar las licencias de fabricación y venta de medicamentos.
Todo ello se debe, según explica la adjudicataria en su informe técnico, al "absoluto abandono y desinterés por parte de los administradores concursales a la hora de mantener mínimamente activas o conservadas las instalaciones y todo lo que eso conlleva de cara a un futuro", lo que también incluye el capítulo de los residuos generados por Pérez Giménez, que al ser una industria farmacéutica tiene, por Ley, que entregarlos a un gestor especializado, dado que no se pueden considerar residuos urbanos.
A este respecto el informe detalla que hay en las instalaciones "unos 1.000 palets de productos, materias primas, reactivos y residuos de laboratorio" y que, entre ellos, "llaman la atención 91 de productos devueltos, 126 de cosméticos o 90 de productos dietéticos", ya caducados.
La destrucción de esta gran cantidad de palets, según precisa el informe, "supone un gasto aproximado de unos 100.000 euros", ya que hay que "entregarlos a un gestor autorizado", y se estima que ello requerirá invertir un tiempo de "unos tres meses", resultando para Globalaeronautic difícil de entender que "una gran parte de estos productos, ahora residuos, no se pusieran a la venta en su momento para obtener algún ingreso y que hayan sido abandonados en un almacén".
En cuanto al estado de las instalaciones de Pérez Giménez, en general, han indicado las mismas fuentes que en el informe se destaca que "hay goteras, deterioro de suelos, sistemas climatizados oxidados por efecto del agua que les ha estado entrando, que faltan puertas en algunas zonas, el mal estado del aislante térmico en tuberías, averías en puertas rápidas, y también daños importantes en el sistema de protección contra incendios y en el sistema eléctrico".
Además, determinadas instalaciones necesitan una inspección técnica especial, "con lo que hay que recurrir a técnicos de otra índole, para esta inspección y el posterior mantenimiento", a lo que se suma que "hay revisiones que se hacen cada cinco años, pero también las hay cada tres y cada dos", resultando que "en el caso de Pérez Giménez hay algunas que nunca se realizaron".
Por último, en el informe hay un capítulo dedicado a la deuda con proveedores, en cuanto a que "hay equipos pendientes de revisión técnica por deudas que existen con los proveedores", dándose el caso de algunos "que no hacen esta revisión hasta que se le pague y otros que tienen retenido material, habida cuenta la deuda que se tiene con ellos".
En el informe se alude, igualmente, al hecho de que se tendrá que llegar a un nuevo juicio sobre la venta de Pérez Giménez a Globalaeronautic, pues aunque esta sociedad vio reconocido por la Audiencia Provincial de Córdoba su derecho a hacerse con los laboratorios, como adjudicataria de los mismos desde julio de 2014, lo cierto es que el acuerdo que debían alcanzar los administradores concursales y Globalaeronautic para cerrar la venta, a lo cual les instó la Audiencia, no ha sido posible.