El Banco Asiático de Desarrollo (BAD) rebajó hoy su previsión de crecimiento para China al 6,8 % en 2015, por debajo del 7,2 % que pronosticó en marzo, en base a la debilidad de la demanda externa, uno de los principales motores de la segunda economía mundial.
En una rueda de prensa en Pekín, representantes de la entidad anunciaron además una revisión del crecimiento de la economía en Asia al 5,8 % en 2015 y hasta un 6 % en 2016, por debajo de su pronóstico de marzo, del 6,3 % para ambos años.
Pese a la moderación del crecimiento, se espera que la región asiática continúe siendo el principal contribuyente al crecimiento global mundial, según señala el economista jefe del BAD, Shang-Jin Wei, en el nuevo informe.
Reconoce, no obstante, que hay "varios obstáculos en juego (para Asia), como las presiones monetarias y las preocupaciones sobre fugas de capital".
El sureste asiático, dice el BAD, se está llevando la peor parte de la ralentización del crecimiento de China, con un crecimiento previsto en 2015 de un 4,4 %, aunque la entidad espera que remonte a un 4,9 por ciento en 2016.
Los precios de las materias primas, incluyendo el petróleo y los alimentos, están manteniendo las precios bajos con una inflación regional que el BAD espera que ronde el 2,3 % en 2015, del 3 % registrado en 2014, aunque señala que habrá un repunte en 2016.
Pese a rebajar la tasa de crecimiento para China, los economistas del BAD se mostraron este martes optimistas en cuanto a la capacidad del gigante asiático para hacer frente a las presiones gracias a varios factores, entre ellos la "buena salud del mercado laboral" y las oportunidades que ofrece el sector servicios.
Niny Khor, del equipo del BAD en China, señaló que el panorama laboral en el país asiático "se ha transformado enormemente" en la última década, y que ahora casi todos los nuevos puestos de trabajo provienen del sector privado y no del público, como ocurría hace diez años.
También destacó la importancia que va adquiriendo la innovación en China y aseguró que "para aumentar la productividad en el largo plazo se debe invertir en capital humano".
Por otro lado, el BAD, con sede en Manila (Filipinas) y dedicado a reducir la pobreza en la región Asia-Pacífico, ve con optimismo la voluntad de China de impulsar las reformas aperturistas de su economía y refrenda la idea de las autoridades de urbanizar todo lo posible el país para estabilizar el crecimiento económico.
Además, señala que creer que el consumo no está creciendo en el país asiático es una asunción errónea, y que, por el contrario, va en aumento, tal y como pretende el Gobierno chino para dejar de depender paulatinamente de las inversiones y las exportaciones.
No obstante, según el pronóstico del BAD, China no cumpliría su objetivo de crecimiento del 7 por ciento para 2015, algo que el Gobierno chino ha asegurado en distintas ocasiones que logrará.