La Audiencia de Sevilla ha rechazado el último recurso pendiente para remitir a la Audiencia Nacional el sumario de la Operación Madeja, relativa al cobro de comisiones por parte de la empresa Fitonovo a cambio de servicios y contratos públicos y que acumula 88 imputados, cuarenta de ellos funcionarios. Entre ellos, se encuentran los exalcaldes de Algeciras Diego Sánchez Rull y Tomás Herrera y tres funcionarios municipales.
La sección primera de la Audiencia ha reiterado, en la respuesta a este último recurso, su respaldo a la decisión de la anterior titular del juzgado de instrucción 6 de Sevilla, Mercedes Alaya, de elevar el caso a la Audiencia Nacional, según han informado a Efe fuentes judiciales.
Está previsto que a mediados de septiembre se pueda remitir el sumario del caso al juzgado central de instrucción 5 de la Audiencia Nacional, han apuntado las fuentes.
Según el auto de inhibición de Alaya, en este caso hay "múltiples" posibles delitos por parte de los acusados, repartidos en doce provincias, y la actividad continuada durante varios años de todos ellos ha tenido una repercusión "grave" en la seguridad del tráfico mercantil.
Aunque aún no se ha podido determinar el beneficio ilícito que habría obtenido Fitonovo, la juez destaca que para el pago de las comisiones confirmadas entre 1995 y el 2013, la empresa creó una caja b de la que salían las diferentes dádivas, que ascendieron a 4,3 millones de euros.
Esa caja b se nutría mediante el pago de facturas falsas giradas por un número importante de empresas que a su vez recibían bonificaciones por esos servicios, según la instructora.
Los sobornos afectaron al Ayuntamiento de Sevilla, a las diputaciones de Córdoba y Sevilla, a la Consejería de Obras Públicas de la Junta de Andalucía, a las direcciones provinciales del Ministerio de Fomento en Jaén, Huelva y Cádiz, y a los ayuntamientos de Algeciras (Cádiz) y La Carolina (Jaén).
También se vieron afectadas la jefatura de conservación de Carreteras de la Junta de Extremadura, las gerencias de la empresa pública ADIF de Sevilla, Córdoba, Linares-Baeza, Valencia, Madrid, Zaragoza y Barcelona y a la Administración Autonómica de Canarias, aunque la juez no precisa a qué departamentos de esta comunidad.
Entre los 88 imputados cometieron los delitos de cohecho, prevaricación, malversación, fraude y exacciones ilegales, maquinación para alterar el precio de las cosas, tráfico de influencias, blanqueo de capital, asociación ilícita y falsedad documental.
Según Alaya, los directivos de Fitonovo, a través de medios ilícitos que ellos mismos reconocieron en sus declaraciones, obtuvieron durante años la adjudicación de contratos públicos de distintas administraciones mediante tráfico de influencias, pago de dádivas o regalos a funcionarios públicos.
También los lograban a través de concurrencias ficticias con otras empresas, bien instrumentales con el conocimiento de los funcionarios encargados o también ajenas mediante un acuerdo entre las empresas para repartirse el mercado, indica la juez.
Para ello, el pago de dádivas era "el instrumento básico y esencial que los directivos de esta empresa utilizaba para contratar con la Administración", precisa el auto judicial.
El fraude no estaba solo en la concesión sino en la ejecución del contrato, sobre todo cuando concurría Fitonovo como subcontratista de otra adjudicataria, "pagando comisiones a los representantes de la contratista y a los funcionarios para realizar menos metros de los trabajos pactados", apunta Alaya. EFE