La Autovía del Olivar, la A-316, es la joya de la corona de la inversión pública en Andalucía. La mayor obra de infraestructura que se acomete actualmente en la comunidad tiene su epicentro en Jaén, donde se intensifican los trabajos para que a final de año pueda ser una realidad la conexión por autovía entre Úbeda y Martos.
Después de su paralización en la anterior legislatura debido a los recortes de la Administración autonómica, la A-316 se ha reactivado en el último año gracias a la inyección de 71 millones que Andalucía recibió para su financiación a través de los Fondos Feder. Un programa que fija diciembre como fecha límite para acreditar la inversión, de ahí el acelerón que se le ha dado al proyecto. “La autovía no solo va a vertebrar el interior de la provincia sino que va a ser un revulsivo para la conexión de Jaén con la Costa del Sol”, explica el delegado territorial de Fomento, Rafael Valdivielso, que anuncia el final de los cinco tramos en ejecución para finales de año. Su entrada en servicio será gradual. En septiembre se abrirán las variantes de Mancha Real y de Baeza, de unos 8 kilómetros cada una; para un mes después está previsto abrir la conexión desde el cruce de Torrequebradilla con el enlace sur de Puente del Obispo; mientras que para diciembre quedarán los dos últimos tramos, el enlace norte de Baeza con Puente del Obispo, y la variante de Puente del Obispo, éste último el de mayor complejidad técnica y el de mayor coste (36 millones) que ha obligado a construir dos puentes para sortear los ríos Torres y Guadalquivir. En total, una inversión de 153 millones en 33 kilómetros.
Los 18 kilómetros entre Martos-Alcaudete serán el último tramo de la A-316 en Jaén, un tramo que está en proyecto pero que no se iniciará hasta contar con la financiación europea.
Fomento va a invertir otros 3 millones para conectar Baeza desde la A-316 con la A-32, a través del Camino del Clavijo, una obra que suplirá la fallida conexión que se reclamó al Estado.
