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El Eibar desinfla el fortín del Espanyol

La victoria tiene un doble efecto para el conjunto de Gaizka Garitano. Por una parte, vence a un rival directo y, por otra, saca petróleo de uno de los estadios más duros de la categoría

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El Eibar sacó del partido al Espanyol con dos goles en cinco minutos, en el 33 y el 38, y obligó al anfitrión, gris, a buscar la gesta con insistencia, aunque se quedó a medio camino tras un insuficiente tanto de Caicedo a falta de diez para el final.

La victoria tiene un doble efecto para el conjunto de Gaizka Garitano. Por una parte, vence a un rival directo -ambos estaban empatados a 20 puntos- y, por otra, saca petróleo de uno de los estadios más duros de la categoría. Hasta ahora, el Power8 Stadium únicamente había cedido una derrota y tres empates esta temporada.

Muy frío arrancó el encuentro en el feudo blanquiazul. En los primeros compases del choque apenas hubo ocasiones. Manu del Moral remató en una posición forzada sin inquietar a Casilla y el Espanyol también avisó con un disparo raso de Arbilla. Eso fue todo en el primer cuarto de hora del encuentro.

Aunque la circulación se atascaba, los catalanes se adueñaban poco a poco del ritmo: combinaban con comodidad cerca del área rival, bien defendida. Sin embargo, a los de Gaizka Garitano les bastó un contra para alertar a los blanquiazules, otra vez con un fuerte tiro de Manu del Moral desde la frontal. Lo desvió Casilla.

No fue el único susto del Eibar en el ecuador de la primera mitad. Errasti se coló en los dominios del meta blanquiazul y solo la aparición de Víctor Sánchez, que cortó el balón, evitó una ocasión muy clara. El Espanyol tenía mayor posesión, pero las oportunidades eran visitantes.

Con este planteamiento, la balanza se inclinó a los 33 minutos a favor del Eibar. Saúl corrió hacia la línea de fondo y su pase sorteó varios defensas hasta encontrarse con Manu del Moral, que llegaba solo. Ahora sí, su latigazo fue directo a la red y puso el 0-1 en el marcador de Cornellà.

Pero aún había más. Cuando los de Sergio González todavía se estaban recuperando del mazazo, Bóveda firmó el 0-2 cinco minutos después. Lo hizo rematando de cabeza un saque de esquina. Las jugadas de estrategia son uno de los lastres del Espanyol desde el principio de la temporada y el rival lo aprovechó.

La apuesta del anfitrión tras el descanso no fue ninguna sorpresa. El técnico sentó a un defensa, Javi López, y sacó al delantero Jairo. De todos modos, la presencia blanquiazul arriba no mejoraba y, con más espacios, el Eibar era más incisivo que nunca. Incluso el árbitro anuló un tanto a Piovaccari por fuera de juego.

Esta vez, pese a todo, sí hubo una respuesta clara por parte del Espanyol. Un fortísimo disparo de Arbilla que obligó a lucirse a Irureta y encendió a la grada. Los de Sergio González despertaban ahora mejores sensaciones, mientras que el contrario, arropado por los dos goles, evitaba riesgos y apostaba por la contención.

Fuentes dispuso de una de las mejores opciones para recortar distancias. En el 67, el lateral empujó muy forzado un centro desde la derecha cuando el portero ya estaba completamente descolocado. Jairo lo probó poco después y Caicedo envió al larguero el balón al conectar una falta. La insistencia del Espanyol era obvia.

La garra que exhibían los catalanes se estrellaba contra el muro vasco. Un guión que se repitió hasta que apareció de nuevo el delantero ecuatoriano. Esta vez con más puntería, Felipe Caicedo firmó el 1-2 en el 80 al superar a la defensa por potencia y conectar una asistencia de Arbilla.

El acoso blanquiazul iba a más a medida que se acercaba el pitido final. Incluso Sergio García acarició un balón muy cerca de Irureta, sin dificultades para atraparlo. Entre los nervios y la ilusión de la afición, la remontaba se quedó a medias y el Eibar amarró los tres puntos en un estadio, hasta ahora, casi inexpugnable.

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