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Carretera de ‘Europa’ (3-1)

Los nervionenses doblegaron en Nervión al Standard de Lieja en la noche que brilló Reyes hasta que el físico se lo permitió

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Nervión volvió a sonreír. Victoria que deja al Sevilla líder en solitario y, sobre todo, que hace recuperar la confianza plena sobre este equipo tras caer en Bilbao.

Con casi lo mejor de lo mejor salió de inicio un Sevilla en el que sólo Reyes, Diogo y Deulofeu partían desde la titularidad como principales novedades. También Bacca tuvo que esperar su momento desde el banquillo en favor del francés Kevin Gameiro.

Mejor el Sevilla desde el pitido inicial. En cuestión de segundos el dominio del balón fue cosa de uno, los de Unai Emery, que intentaron hacer el primero en los primeros compases con dos acciones que pudieron generar mucho peligro sobre el marco belga.

Así, en el 8 rozó el primero tras un sensacional pase desde 40 metros de José Antonio Reyes que dejó solo a Diogo ante el portero del Standard, pero el luso no estuvo atinado en el mano a mano. Y volvió a disfrutar de una bastante clara el conjunto rojiblanco. En un saque de esquina botado en el 16 el cuero fue a parar al borde del área y allí Deulofeu golpeó seco pero el meta estuvo ágil. Y sólo un minuto después, tras tal insistencia, llegó el primero. En el posterior córner, con la pizarra en la mano, M’Bia la peinó y Gameiro remató. Merecido gol que ponía el partido de cara.

Hasta el minuto 28 del primer tiempo no se acercó el equipo belga al área de Beto, en un lanzamiento peligroso de De Camargo que fue a parar a la red lateral de la portería. Pero en el 31, en la segunda que tuvo el Standard, fue letal. Lanzamiento de falta botado por su mejor hombre, M’Poku, y tras rebotar en la barrera terminó dentro de las mallas de un Beto totalmente vendido. El Sevilla pagó caro los 5 minutos que se tomó de relax ante un rival que apenas se asomaba por la zona caliente de los nervionenses.

Aún así, pudo durar poco la alegría en la acera de enfrente si Reyes en el 35 no choca contra el palo una falta lanzada cn muchísima intención. Por poco que apretaba el Sevilla era infinitamente superior al Standard de Lieja. Y claro, si cuando uno quiere marca era cuestión de tiempo que llegara el segundo. Corría el minuto 40 cuando en una triangulación con la maestría y torería que sólo Reyes puede lograr el utrerano lo hizo todo para poner de nuevo a los suyos por delante. Golazo que hacía justicia antes de que todos se fuesen a vestuarios.

Con la sustitución de Sergio Rico por Beto, lesionado el portugués en el primer tiempo, arrancaría el segundo episodio, en el que estuvo apunto de sentenciar en el primer minuto con una falta de Deulofeu a la que no alcanzó rematar M’Bia en boca de gol por cuestión de centímetros. Pero más cerco lo tuvo en el 54 con un cabezazo de Denis Suárez que se topó con el larguero de la meta belga. Más y mejor un Sevilla que dominaba en todas las parcelas del terreno de juego.

Lástima la lesión de Reyes en el 56, seguramente el mejor de los rojiblancos en el primer tiempo. Vitolo supliría la baja del utrerano. Y poco a poco el Standard fue gustándose con el balón, sin excesivo peligro pero con posesiones largas que dejaban al Sevilla sin opciones de atacar para terminar de rematar.

Pero los de Unai se sacudieron rápidamente la presión visitante. Salió Bacca y junto a Gameiro comenzaron a disponer otra vez de ocasiones. Y aunque al final tocó sufrir, el Sevilla terminó rematando la faena con el tercero, gol de Bacca en el 90 que deja todo prácticamente encarrilado.

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